Al hablar del agua pensamos que es el líquido más sencillo que existe, ya que es necesario para la vida. Sin embargo, numerosas propiedades diferencian al agua de cualquier otro líquido; por ejemplo, es la única sustancia que no tiene ni olor, ni color, ni sabor, y también es la única que se puede encontrar en los tres estados de la materia de forma natural en la Tierra. Todas estas propiedades y muchas más hacen que el agua sea una de las sustancias más enigmáticas de la naturaleza.
La estructura molecular de esta molécula le da estas propiedades tan “anómalas”. Varias de estas propiedades son las siguientes: el agua es una molécula muy reactiva, líquida entre 0 y 100º C, disolvente y menos densa en estado sólido que en estado líquido. También, sus moléculas pueden moverse hacia arriba, en contra de la gravedad, y, al contrario que cualquier otro líquido, se expande cuando se congela. Otra propiedad curiosa es que cuando está caliente se congela más rápido que cuando está fría. En total, son más de 60 propiedades las que diferencian al agua de otros líquidos.
Debido al comportamiento físico y químico del agua, algunos científicos sostienen que el extraño comportamiento de sus moléculas se debe a que el agua tiene la capacidad de existir como dos líquidos distintos. Uno de estos científicos es Anders Nilsson, profesor de física de químicos en la Universidad de Estocolmo, quien en un reciente experimento afirma haber demostrado esta particular característica del agua. “No es que el agua sea un líquido complejo, en realidad es la mezcla de dos líquidos simples”, afirma Nilsson.
A simple vista, el agua parece un líquido uniforme, pero a nivel microscópico, sus moléculas fluctúan agrupándose en dos regiones demarcadas por su densidad. Esto, según el experimento de Nilsson, es lo que causa su extraño comportamiento.
En su experimento, estudiaron una muestra de agua ultrapura a una temperatura de -63º C y con presiones hasta 3.000 veces mayores que la presión atmosférica. Los investigadores cambiaban de presión en cuestión de nanosegundos, antes de que la muestra se congelara, y de esta manera rastrearon, mediante rayos x, cómo se formaban los grupos de moléculas y fluctuaban de un lado a otro. A mayores temperaturas aparecía un líquido de alta densidad y a bajas temperaturas se formaba un líquido de baja densidad.
“Lo que vemos son dos líquidos simulando ser uno solo mediante la fluctuación”, concluye Nilsson.
Fuentes: BBC, ABC.
En su experimento, estudiaron una muestra de agua ultrapura a una temperatura de -63º C y con presiones hasta 3.000 veces mayores que la presión atmosférica. Los investigadores cambiaban de presión en cuestión de nanosegundos, antes de que la muestra se congelara, y de esta manera rastrearon, mediante rayos x, cómo se formaban los grupos de moléculas y fluctuaban de un lado a otro. A mayores temperaturas aparecía un líquido de alta densidad y a bajas temperaturas se formaba un líquido de baja densidad.
“Lo que vemos son dos líquidos simulando ser uno solo mediante la fluctuación”, concluye Nilsson.
Fuentes: BBC, ABC.
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