LA DESPENSA DE AGUA OCULTA DE LA TIERRA


Es un hecho que el calentamiento global está produciendo una importante escasez de agua a nivel mundial. Esta escasez se debe en parte al agotamiento de las fuentes de agua ya sean lagos o manantiales de agua subterránea. Hasta el momento se pensaba que los casquetes polares contenían la mayor reserva de agua dulce terrestre, sin embargo, recientemente se ha descubierto que no es así. Se estimaba que las aguas subterráneas de la corteza terrestre, que es menos densa que la oceánica, podían contener hasta 24 millones de kilómetros cúbicos de agua a más de 2 km de profundidad.


Estas reservas de agua de más de 2 km de profundidad no se pueden usar para beber o para regar debido a que la mayoría se encuentran en salmueras y nos sería muy caro “enjuagarlas” para que sean aptas para consumo humano o agrícola, pero, aunque no las podamos usar directamente, esta agua también puede tener otros usos. Estas aguas podrían ser útiles para actividades como la producción de hidrógeno, el almacenamiento de residuos nucleares o el secuestro de carbono.


Para poder llevar a cabo estas actividades se necesita tener una idea cercana del volumen de agua que puede haber a estas profundidades (entre 2 y 10 km de profundidad). Esto llevó a un grupo de investigadores a estimar el agua subterránea que nos sería posible encontrar, y los resultados fueron mayores de los esperados.


Estudiaron el volumen de agua que puede haber en los poros de las rocas sedimentarias, los cuales no se habían medido anteriormente, ya que hasta día de hoy solo se tuvo en cuenta el granito y otras rocas cristalinas de baja porosidad. El resultado fue que en estas profundidades puede haber hasta un volumen 20 millones de kilómetros cúbicos mayor de lo estudiado, es decir, 44 millones de kilómetros cúbicos.


Para este descubrimiento también fue necesario estudiar las rocas que había en los próximos 10 km de profundidad, las cuales eran granito u otras rocas cristalinas en un 88%, y rocas sedimentarias porosas en un 12%. No se sabe con exactitud el valor de agua real, pero este hallazgo cambia por completo nuestra visión del ciclo hidrológico terrestre tal y como lo concebíamos. Cabe destacar que muchos de estos acuíferos tienen una antigüedad que va desde los cien millones de años, hasta los mil millones.


En un principio, puede parecernos que, un agua que no podemos ni beber ni regar con ella es inútil a efectos prácticos, que tenemos los océanos, que son más grandes y más accesibles, pero no es así. Estas masas de agua nos sirven también en la búsqueda de vida extraterrestre, ya que a 10 km de profundidad, donde no llega la luz del sol ni nada que se le parezca, hay vida microbiana.


Un aumento del 50% del agua supone un aumento del 50% de la biosfera microbiana que podemos encontrar. Esto a su vez aumenta las expectativas de los científicos de encontrar vida microbiana subterránea en otros planetas, lo que facilitaría la labor de la búsqueda de vida extraterrestre.

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