LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE PUEDE SER REPARADA MEDIANTE N-ACETILGLUCOSAMINA

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca la vaina de mielina que recubre las fibras nerviosas. La vaina de mielina es una capa aislante que se forma alrededor de los nervios y está compuesta de proteína y sustancias grasas. Esta capa permite que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo largo de las neuronas. Esta enfermedad causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo que con el tiempo puede causar el deterioro o daño permanente de los nervios.

A pesar de la abundante presencia de precursores de oligodendrocitos (células de la glía responsables de producir mielina), la reparación de la vaina de mielina no ocurre en el sistema nervioso central de pacientes con esclerosis múltiple porque un mecanismo molecular impide la completa maduración de los oligodendrocitos que algunos autores atribuyen a la modificación de receptores y proteínas celulares de membrana mediante glicación.

Sin embargo, recientes estudios han planteado la posibilidad de que la N-acetilglucosamina pueda utilizarse como tratamiento para restablecer la mielina que se pierde en la esclerosis múltiple. La N-acetilglucosamina es un glúcido de membrana que interviene en el reconocimiento celular, la adhesión celular y en la recepción de señales químicas. Este glúcido se encuentra en la leche materna humana y en algunos países se vende como un suplemento dietético.

Los doctores Michael Demetriou y Michael Sy, ambos de la Universidad de California en Irvine, han comprobado que la N-acetilglucosamina promueve la reparación de la mielina, ya que es un azúcar simple que se adhiere metabólicamente a las proteínas de la superficie celular para intervenir en el control de la función celular.

 
De acuerdo con los resultados, publicados por la revista Journal of Biological Chemistry, este glúcido promueve la reparación de mielina en modelos de ratón que tienen niveles parecidos a los niveles de mielina que padecen los pacientes diagnosticados con esclerosis múltiple. Esta investigación consistió en proporcionar a sus madres lactantes agua con N-acetilglucosamina por lo que, secretada en la leche materna, la N-acetilglucosamina entró en el cerebro de los ratones lactantes y estimuló las células madre de mielina para promover la mielinización.

Los autores defendieron la idea de que la formación de esta mielina estaba relacionada con la cantidad de este glúcido en el organismo, basándose en estos ensayos con roedores en los que intervenían las células madre. Este tratamiento produjo la ramificación y modificación de la proteína responsable, aunque será necesario la experimentación en humanos para comprobar esta hipótesis.

"Nuestros datos plantean la intrigante posibilidad de que la N-acetilglucosamina pueda ser una terapia simple para promover la reparación de la mielina en pacientes con esclerosis múltiple" indica Demetriou.

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