LA FRUCTOSA AUMENTA LAS POSIBILIDADES DE TENER OBESIDAD Y TUMORES INTESTINALES

Un equipo de investigadores del Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian, EEUU, han hecho un estudio preclínico en el que revelan que las moléculas de fructosa excitan a las células del tracto digestivo de forma que estas absorben más nutrientes. Esto podría demostrar el aumento de tasas de obesidad en países en los que se consume mucha fructosa.

Los científicos, que publicaron este estudio en la revista Nature, y se centraron en el efecto de dieta rica en fructosa aplicada a las vellosidades del intestino delgado, las cuales se encargan de absorber los nutrientes que pasan por el tubo digestivo. 

Uno de los experimentos que se realizaron fue examinar las vellosidades intestinales de ratones que habían consumido grandes cantidades de fructosa y se dieron cuenta de que estas eran entre un 25% y un 40% más largas que las de ratones que no habían consumido este glúcido. Además del crecimiento de estas vellosidades se podía comprobar que los ratones con dieta rica en los azúcares nombrados aumentaron más de peso y ganaron más grasa corporal lo cual indica que las vellosidades no solo aumentan de tamaño, sino que también absorben más nutrientes.

"La fructosa tiene una estructura diferente a la de otros azúcares como la glucosa, y se metaboliza de forma distinta. Nuestra investigación ha descubierto que el principal metabolito de la fructosa promueve la elongación de las vellosidades y favorece el crecimiento de los tumores intestinales"
 
-Comenta uno de los científicos.

Esta investigación no se inició con el propósito de examinar las vellosidades, sino que en 2019 se dieron cuenta de que la fructosa podría aumentar el tamaño de los tumores intestinales. Quisieron comprobar si al reducir la cantidad de fructosa, disminuían las probabilidades de que apareciesen tumores en modelos de ratón de cáncer colorrectal o por lo menos, disminuir su tamaño.

Los científicos estadounidenses investigaron en los cambios del metabolismo de la fructosa y examinaron que el fructosa-1-fosfato, un metabolito de la fructosa, se acumulaba en niveles elevados. Este reacciona con la piruvato quinasa y provoca el alargamiento de las vellosidades.

Los investigadores dieron a este fenómeno una explicación evolutiva: Los animales que hibernan necesitan mucha grasa para pasar el invierno sin comer. Comen mucho en otoño y entre estos alimentos se encuentra la fruta que cae en esta época de los árboles, donde abunda la fructosa que aumenta el tamaño de las vellosidades intestinales y así absorben más nutrientes. De esta manera consiguen las moléculas de reserva que necesitan.

Fuentes: Redacción Médica, Nature, Wikiwand

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