LÍPIDOS RELACIONADOS CON EL CÁNCER.

Investigadores del Instituto Salk (Estados Unidos), han descubierto que el entorno interno de los tumores, el llamado microambiente celular, hay ciertos lípidos o grasas oxidadas que, al ser ingeridas por las células T asesinas, pierden la capacidad natural que poseen de atacar a esta anomalía, el cáncer.

Los estadounidenses a cargo de esta investigación reconocieron que los tumores contienen grandes cantidades de lípidos oxidados que se encuentran en las lipoproteínas de baja densidad, consideradas como las “grasas malas”. 

Este estudio, publicado en la revista Immunity, nos revela que, cuando las células T sienten la presencia de muchos lípidos oxidados, cancelan sus funciones antitumorales, haciendo así que crezcan más y más el cáncer.

También se descubrió que las células T se adaptaban al microambiente celular aumentando la CD36, un tipo de proteína, e ingiriendo lípidos oxidados.

Este hallazgo sobre la actuación del cáncer en el organismo, nos revela nuevas vías posibles por las que podemos centrarnos en hallar una fórmula posible para acabar con esta enfermedad que a tantos millones de personas mata anualmente.

Una de estas posibles podría ser la vía del inmunometabolismo.

Es un campo bastante reciente y que todavía necesita ser sustentada por muchos estudios como este 
para que se lleve a la práctica en la vida real, aunque ya hay varias soluciones como esta que da el Instituto Salk

El inmunometabolismo, para los científicos californianos, es el cual estudia cómo el metabolismo de las células T asesinas se acelera cuando hay un tumor delante.

Según los americanos, esto se debe a que las células T identifican el tumor como una gran cantidad de “nutrientes” los cuales tienen que ingerir.

Una vez descubierta la causa de lo que debilita las natural killers (células T), podemos mejorar el inmunometabolismo mediante nuevas opciones de inmunoterapia contra el cáncer


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