Hay varias razones por la que los pájaros cantan, sobre todo, al anochecer. Por un lado, tenemos la contaminación acústica, cuando empieza a anochecer, el nivel de contaminación acústica es menor. A ello se suma que la temperatura es más baja y el viento está más calmado, lo que mejora mucho la transmisión del sonido. Eso ocurre también al amanecer, y las aves aprovechan esos momentos para gastar menos energía con el canto.
Los individuos de muchas especies aprovechan el amanecer y el atardecer para hacer sus cantos de territorialidad, para alertar sobre posibles peligros, para comunicarse entre ellos y, los machos, para atraer a las hembras. Además, muchos utilizan las horas centrales del día para alimentarse por lo que están ocupados con otros asuntos. No obstante, es importante saber que depende de la especie y de dónde se encuentre, porque cada especie puede tener una razón diferente para cantar en el amanecer y en el atardecer. El canto es una actividad fundamental: las aves cantan para comunicarse. Los machos lo hacen para atraer a las hembras y los pollos para llamar la atención de sus madres.
Así que, aunque no se lo oigamos, todas las aves vocalizan. En general, entre las aves urbanas, que son las que estamos más acostumbrados a ver y a escuchar, todas trinan: mirlos, urracas, gorriones, todos ellos cantan.
Fuente: El País
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