SE DESCUBRE UN NUEVO BENEFICIO DE LAS SETAS

Se han convertido en una gran superalimento y siempre dan buenas noticias. Ya lo hicieron en 1929 cuando Alexander Fleming se topó con un descubrimiento que cambiaría el mundo de la medicina: la penicilina. Este hongo (Penicillium) ha sido el antibiótico por excelencia de la era moderna. Sin embargo, el abuso del medicamento ha provocado que las bacterias se vuelvan resistentes a la misma y por ello sea cada vez más difícil tratar una infección.

Sus propiedades más interesantes son sus sustancias vegetales no nutritivas: polisacáridos, polifenoles y carotenoides en los que los estudios con células y animales han demostrado efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

Entre sus grandes beneficios, está su capacidad de reducir el cáncer, tal y como publica ´Advances in Nutrition´, así como disminuir el riesgo de muerte prematura. También son buenos para la microbiota, como recoge un ensayo de revisión de ´International Journal of Molecular Sciences´. Un ensayo de la Universidad de Singapur, con 663 participantes con una media de edad de 60 años, ha demostrado que contribuyen a paliar el deterioro cognitivo.

Los investigadores de la Facultad de Medicina de Pensilvania (EEUU) utilizaron datos sobre la dieta y la salud mental recopilados de más de 24.000 adultos estadounidenses entre 2005 y 2016. Hallaron que las personas que comían setas tenían menos probabilidades de tener depresión. Según los investigadores, los hongos contienen ergotioneina, un antioxidante que puede proteger contra el daño celular y tisular del cuerpo. Los estudios han demostrado que estos ayudan a prevenir varias enfermedades mentales, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión.

"Los hongos son la fuente dietética más alta del aminoácido ergotioneina, un antiinflamatorio que los humanos no pueden sintetizar", dijo el investigador principal Djibril Ba. "Tener niveles altos puede reducir el riesgo de estrés oxidativo, lo que también podría disminuir los síntomas de la depresión".

Los champiñones blancos, que son la variedad más consumida en los EEUU, contienen potasio, que se cree que reduce la ansiedad. Además, algunas otras especies comestibles, especialmente Hericium erinaceus, también conocido como Lion's Mane, pueden estimular la expresión de factores neurotróficos como la síntesis del factor de crecimiento nervioso, lo que podría tener un impacto en la prevención de trastornos neuropsiquiátricos, incluida la depresión.

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