Los investigadores gracias al estudio ejecutado revelan qué es posible que este nuevo sensor no invasivo y con un bajo coste en el mercado, detecte los niveles de glucosa en el sudor a través de bioelectrónica y biosensores, por lo que no necesitaríamos el uso de los aparatos actuales de medición mediante pinchazos.
El desarrollo de este aparato fue dirigido por el doctor Huanyu Cheng y Dorothy Quiggle, procedente del departamento de Ingeniería, Ciencia y Mecánica de Penn State.
Este dispositivo fue construido primeramente, por los investigadores, con grafeno introducido por láser (LIG), este material tiene capas de carbono de un átomo cuyo espesor está en varias formas.
A pesar de esto, se optó por el uso del Níquel ya que tiene una buena sólida sensibilidad con la glucosa. Esta afirmación la dio el profesor Cheng después de combinarlo con oro para reducir los posibles riegos de una reacción alérgica.
Tras este experimento los investigadores pensaron que la unión níquel-oro sería excelente para detectar la baja concentración de glucosa en el sudor de la piel.
La concentración de glucosa en el sudor es 100 veces menor que la de la sangre, por eso el sensor de glucosa de Penn State es lo suficientemente sensible como para detectar con exactitud la concentración en el sudor y la sangre.
Esta aleación de níquel-oro pudo excluir a las enzimas, las cuales se utilizan para medir la glucosa en dispositivos mas invasivos del mercado. “Un sensor enzimático debe mantenerse a una cierta temperatura y pH, y la enzima no se puede almacenar a largo plazo” dijo Cheng.
Este sensor de glucosa tiene un tiempo de fabricación conveniente en una franja de muy pocos segundos, y posee una gran conductividad eléctrica.
Los sensores no enzimáticos necesitan una solución alcalina que puede dañar la piel y limita el uso del dispositivo. como solución dada por Cheng y su equipo fue añadir una cámara de microfluído de LIG.
Esta cámara es porosa lo cual le da un cierto grado de movimiento, como aplastamiento o estiramiento y esta está unida a una entrada de recolección haciendo que pase el sudor sin tocar la piel hasta la solución.
Este dispositivo tiene un tamaño no máximo al de una moneda y una flexibilidad adecuada para estar apegada al cuerpo humano.
Este sensor de glucosa nos enseña que podemos mejorar la detección de biomarcadores en el sudor a concentraciones extremadamente bajas.
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