Si has pasado tiempo en redes sociales, te darás cuenta de que todo el mundo nos habla de que es necesario tomar ocho vasos de agua al día. Pero, ¿realmente esto es necesario?
Los factores fundamentales que marcan el uso mayor o menor de estos ocho vasos de agua no son más que el tamaño del cuerpo, la temperatura exterior, la intensidad de la respiración y la sudoración. Un ejemplo donde se vería más claro sería el siguiente: una persona de 90 kilos que ha recorrido 16 kilómetros a pleno sol, necesitará más agua, que una persona de 90 kilos que ha estado toda la mañana sentado en una oficina. Por lo que también podríamos decir que, en general, lo que marca el uso de más o menos agua es la actividad que hayas realizado durante el día.
No obstante, la cantidad de agua que uno necesite durante el día dependerá a su vez de la salud de cada uno. Una persona que padezca una insuficiencia cardíaca, o cálculos renales, necesitará una cantidad de agua diferente a alguien que no padezca ningún problema. Según algunos expertos la mejor manera de mantenerse hidratado, en general, es beber cuando se tenga sed. En cambio, en las personas de entre 70 y 80 años, tendrán que prestar más atención, pues la sensación de sed puede disminuir con la edad.
Realmente, lo importante de este asunto es, ¿cómo sé si estoy suficientemente hidratado? Según el científico Hew-Butler, el color de la orina no es una buena señal para saber con certeza si estamos bien hidratados o no. Aunque es verdad que tener un color de orina amarillo oscuro o ámbar pueda dar señales preocupantes de que estás deshidratado, pero no hay ninguna evidencia sólida que afirme que esto es así, por lo que realmente para saber si estás hidratado o deshidratado esta no es la verdadera razón.
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