UNA NUEVA Y CURIOSA MOLÉCULA

El 17 de mayo de este año se publicó en la revista "Journal Cell" un curioso estudio sobre un revolucionario hallazgo. En este artículo se describe como el 22 de junio en ciudad de México un equipo de científicos estadounidenses, teniendo a la cabeza a Ryan Flynn descubrió en células de algunos organismos ya extintos un nuevo tipo de biomoléculas, las cuales no se podían llegar a imaginar hasta este momento, estas son el denominado "glicoARN". El cual posteriormente fue descubierto en células de diferentes organismos separados por millones de años de antigüedad, incluyendo de esta manera finalmente a los humanos. Como su propio nombre indica estas moléculas de glicoARN están formadas por el ya conocido ARN unido a cadenas de glicano (las cuales son polisacáridos, cadenas de azúcares, que son producidos en la superficie de la célula, las cuales permiten la regeneración de la piel y la producción de colágeno).

Este fue un descubrimiento increíblemente revolucionario pues ya se conocía la capacidad de los glicanos para unirse a diferentes moléculas tales como las grasas o las proteínas y formar de esta manera diferentes moléculas, las cuales están involucradas en muchos procesos fundamentales de la vida, ya que orquestan el correcto desarrollo del producto durante la embriogénesis, y también tienen funciones especializadas en el reconocimiento de patógenos. Sin embargo no se conocía la capacidad del glicano para unirse al ARN, ya que como indica la Dra. Carolyn Bertozzi , profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias de Stanford y autora del estudio publicado en la revista Cell estas dos moléculas se producen en zonas completamente diferentes de la célula, por lo que basándose en el esquema por el cual se entendía hasta ese momento la biología molecular seria imposible que estas dos moléculas entraran en contacto ya que además de que se forman en zonas completamente diferentes de la célula estos están separados por una membrana por lo que tradicionalmente no se pensaría que podrían mantener algún tipo de contacto, sin embargo los estudios realizados sobre este tema desvelaron que parte del ARN extraído de células humanas dispone de una capa de un carbohidrato. Al revisar las células más en detalle, encontraron que en cada una de ellas hay una molécula compuesta de ARN y glucano, que era precisamente el glucano del que estamos hablando, aunque todavía no se ha podido averiguar como puede llegarse a formar esta molécula.

Lo que si sabemos es que, como ya he mencionado antes es que este glicoARN se ha encontrado en diferentes organismos incluidos en muchos que divergieron evolutivamente hace millones de años, lo cual podría significar que tuvieron un papel importante en el origen de la vida y en la evolución, además tras un profundo estudio sobre estas moléculas se ha descubierto que podrían estar relacionados con algunas enfermedades autoinmunes, que provocan que el cuerpo ataque sus propios tejidos y células. Por ejemplo, se sabe que los sistemas inmunitarios de las personas que sufren de
lupus se dirigen a varios de los ANR específicos que pueden componer glicoARNs. Por esto y por mucho más es que resulta muy interesante este nuevo descubrimiento y es muy importante desarrollar un importante estudio sobre estas moléculas ya que podrían servirnos de mucha  ayuda tanto para comprender nuestro pasado como para ayudarnos en nuestro futuro. Y como dijo Ryan Flynn: “Cuando encuentras algo nuevo como estos glicoARNs, son muchas preguntas que debemos hacernos”

Fuentes: esdeciencia, FIUNER, Heaven32, Actualidad.rt, sinembargo.mx, el heraldo de México, Journal Cell





 

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