¿PUEDEN LAS VACUNAS CONTRA EL COVID-19 MODIFICAR NUESTRO ADN?

Si todavía eres de los que piensan que las vacunas que existen contra el virus Covid-19 van a provocarnos algún tipo de mutación o que están hechas para controlar a la humanidad, quédate a leer este articulo.

Vacunas como Pfizer, AstraZeneca, Moderna o Janssen están hechas de ácidos nucleicos, las moléculas ADN o ARN. A diferencia de las vacunas tradicionales, no contienen ningún microorganismo vivo, ni fragmentos suyos, por lo que no hay posibilidad de que provoquen la enfermedad que deben prevenir.
Sin embargo, estas nuevas vacunas han despertado un temor: que el ADN o el ARN que contienen interfiera de alguna manera con el ADN de la persona vacunada. Los expertos pueden afirmar de manera rotunda que este riesgo es inexistente.

Las moléculas de ADN y ARN se pueden construir químicamente en el laboratorio. Las vacunas mencionadas anteriormente contienen copias fabricadas en el laboratorio de parte del ADN o ARN del coronavirus SARS-CoV-2, concretamente de la región que ordena fabricar la proteína S, la que emplea el virus como llave para entrar en las células humana. Cuando alguien recibe la vacuna, sus células empiezan a producir la proteína S del virus. Su sistema inmunitario la detecta, advierte que es extraña y produce defensas contra ella, de manera que el ARNm de una vacuna COVID-19 nunca ingresa al núcleo de la célula, que es donde se guarda nuestro ADN.

Al final del proceso, el cuerpo aprende a protegerse contra futuras infecciones y la protección de las inyecciones contra la enfermedad es muy alta. Es posible que si la persona ya vacunada se infecta, la enfermedad será menos riesgosa. Según los expertos lo que realmente nos protege del virus es esa respuesta inmune y la producción de anticuerpos, por eso es necesario vacunarse aún habiendo pasado la enfermedad.
Aunque esta idea de fabricar vacunas  se planteó en los años 90, ha tenido que superar varias pruebas e investigaciones para que finalmente pueda ser implantada en humanos.

Además, posee grandes ventajas, las vacunas de ácidos nucleicos se producen más rápido que las tradicionales, y su formulación es relativamente fácil de adaptar a posibles mutaciones del virus.

Conclusión: No existe ningún tipo de riesgo de interacción entre el ADN o ARN de la vacuna y el ADN de la persona que la recibe.

Comentarios