Investigadores del Instituto de Paul Scherr (PSI) han hallado un nuevo agente activo contra los parásitos que causan, entre otros, malaria y toxoplasmosis. El agente ayuda a las células a dividirse y, por consecuente, a la multiplicación de los parásitos.
Esta idea tiene su fundamento en la lucha contra el cáncer: bloqueando la proteína tubulina la cual ayuda a realizar masivos ciclos celulares en células con este problema. Este tratamiento se lleva utilizando varios años en quimioterapia.
Esta idea tiene su fundamento en la lucha contra el cáncer: bloqueando la proteína tubulina la cual ayuda a realizar masivos ciclos celulares en células con este problema. Este tratamiento se lleva utilizando varios años en quimioterapia.
Estas dos ideas han sido relacionadas por dos investigadores biomoleculares llamados Natacha Gaillard y Ashwani Sharma, los cuales se han dado cuenta de que los parásitos Plasmodium sp. y Toxoplasma gondii, ambos unicelulares y que causan la malaria y toxoplasmosis respectivamente, necesitan de tubulina, proteína que causa un intenso crecimiento para desarrollarse. Se pensó en fusionar estos dos proyectos e intentar solucionar los dos parásitos.
Como la proteína actúa diferente en varios organismos, hay que estudiar la estructura de estos unicelulares para poder evitar que se expandan los parásitos.
Después de varios experimentos, cinco fueron los candidatos como posibles agentes activos, aunque luego, en el laboratorio, se probó y confirmó la eficacia química de dichos candidatos. Solo salió a la luz la llamada “parabulina” la cual impide que la tubulina forme largos filamentos proteicos, por lo que bloquea, así la fase M del ciclo celular.
Investigadores de la Universidad de California en Irvie (EEUU), probaron el compuesto de la toxoplasmosis en células humanas para comprobar su eficacia en un, supuesto, medicamento nuevo. El resultado fue nulo, es decir, la parabulina no tuvo efectos sobre las células de los humanos; lo que nos daría la buena noticia: en un futuro no muy lejano, esto podría llegar a ser un maravilloso remedio contra las enfermedades infecciosas.
El PSI va a seguir investigando la parabulina para convertirla en un fármaco posteriormente con la ayuda, sobre todo económica, de la industria farmacéutica.
Después de varios experimentos, cinco fueron los candidatos como posibles agentes activos, aunque luego, en el laboratorio, se probó y confirmó la eficacia química de dichos candidatos. Solo salió a la luz la llamada “parabulina” la cual impide que la tubulina forme largos filamentos proteicos, por lo que bloquea, así la fase M del ciclo celular.
Investigadores de la Universidad de California en Irvie (EEUU), probaron el compuesto de la toxoplasmosis en células humanas para comprobar su eficacia en un, supuesto, medicamento nuevo. El resultado fue nulo, es decir, la parabulina no tuvo efectos sobre las células de los humanos; lo que nos daría la buena noticia: en un futuro no muy lejano, esto podría llegar a ser un maravilloso remedio contra las enfermedades infecciosas.
El PSI va a seguir investigando la parabulina para convertirla en un fármaco posteriormente con la ayuda, sobre todo económica, de la industria farmacéutica.
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