El descubrimiento publicado hoy por el "Journal of Cell Biology", aporta más información sobre el mecanismo mediante el cual el cuerpo repara los tejidos dañados y regenera otros, duplicando el material genético que contiene y separándolo en dos mitades (idénticas) para luego partirse en dos.
Es de gran importancia que este proceso se realice de forma adecuada todas y cada unas de las veces que se produce, ya que, de ser lo contrario, pueden llegar a producirse mutaciones que den lugar a enfermedades como el cáncer.
Los investigadores de dicho centro (CRG) han llevado a cabo este experimento con levaduras y han descubierto que la llamada enzima topoisomerasa 2, la cual ya se sabía de su importancia para la separación de cromosomas, está activa durante mucho más tiempo del que hasta ahora se creía. Además, han descubierto que la longitud del cromosoma es determinante en el tiempo de trabajo de esta proteína.
Manuel Mendoza, el jefe de grupo en el CRG, explica que, cuando una célula se prepara para dividirse, su ADN se duplica y lo compacta en parejas de cromosomas idénticos que se encuentran entrelazados (algo parecido a unos auriculares enrollados).
Posterior a esto advierte; "Antes de que la célula se parta en dos, resulta esencial que esas parejas se 'desanuden' correctamente. De lo contrario, las parejas de cromosomas no podrían separarse durante la división celular, y el ADN podría quedar cortado o mal dividido, ocasionando muerte celular, mutaciones dañinas y, posiblemente cáncer".
Además, añade, para solucionar el problema, la célula tiene dos opciones: desanudar los cromosomas como si fuesen cables que se han enrollado o bien cortarlos con tijera y empalmarlos. En el caso de la primera opción sobre todo si fuesen unos auriculares (como compara anteriormente Manuel Mendoza), cortarlos no sería buena opción, pero en el caso de los cromosomas, estos son tan largos que no queda otra opción. Y precisamente eso es lo que hace la célula a través de la enzima Topo 2.
Sin embargo, esta actuación ya era conocida desde hace tiempo, no obstante los científicos pensaban que su actuación era rápida e igual en todos los cromosomas. El equipo de Mendoza sugiere que esta hipótesis es errónea.
Los investigadores del CRG han descubierto que en células con cromosomas más largos de lo normal, la enzima Topo 2 necesita "ayuda" adicional para deshacer dichos nudos y estar activa más tiempo. Según este centro esta ayuda procede de los microtúbulos, estos se anclan a los cromosomas en un punto específico (el cinetocoro) y tiran de ellos para atraer una copia a cada polo de la célula. Así, cuando esta sufra una ruptura contendrá la misma información genética.
Una de las observaciones de Mendoza y su equipo fue que cuanto más largo era el cromosoma, más tiempo emplea la enzima en desanudarlo completamente. Para entender mejor este proceso, basta con imaginar a alguien "recogiendo y enrollando una extensa cuerda".
Conocer todos los factores y actores que influyen en procesos tan complejos e importantes como este nos ayuda a comprenderlo y ver que este funcionamiento es clave para la supervivencia de cualquier célula, y, por tanto, de los seres vivos. Termina concluyendo Mendoza.
Fuentes: La Vanguardia, El Imparcial.
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