COMO EL METABOLISMO INFLUYE EN LA METÁSTASIS TUMORAL

Un equipo de investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ha sido capaz de relacionar por primera vez el cambio en las propiedades mecánicas, es decir, el grado de rigidez de las células del cáncer de mama y su alteración en el metabolismo, algo muy positivo para futuros estudios de tratamientos, cuyo objetivo sea encontrar las rutas bioquímicas involucradas en el metabolismo y la estructura interna de la célula.

En esta última década, han comprobado gran diversidad de tumores, que las células cancerígenas son en gran parte más grandes que las células sanas. Según explican los investigadores, esta propiedad podría estar relacionada con la facilidad con la que las células tumorales se duplican, pueden deformarse y pasar a través de poros estrechos para de esta manera introducirse en el torrente sanguíneo y por consecuente invadir otro órgano, lo que se conoce como metástasis tumoral. 

Los expertos; cuyo trabajo ha sido publicado en la revista "Comunications Biology", mediante el microscopio de fuerzas atómicas han usado una sonda que presiona a la célula y mide su grado de deformación, así como algoritmos que predicen las señales de deformación y la fuerza, obteniendo la rigidez de cada célula con una resolución sin precedentes. Según estos, detallan: "El sistema permite distinguir con mucha claridad células sanas y tumorales y determinar su capacidad de producir metástasis".

Así, han encontrado que el cambio en las propiedades mecánicas de las células tumorales, está estrechamente relacionado con su metabolismo anómalo, pues estas consumen una gran cantidad de glucosa en comparación con las células "normales" o sanas y de este modo, pueden crecer, sobrevivir y sobre todo proliferar rápidamente. 

Los expertos argumentan que tras investigar en las células del cáncer de mama cuál es el efecto de eliminar los micronutrientes, incluid la glucosa, en las propiedades mecánicas. La robustez mecánica de las células, sostenida por el citoesqueleto, se "desmorona" ante la falta de energía, como si de una tienda de campaña desplomada hablásemos. 

Este fenómeno es observable tanto en las células sanas como en las células cancerosas, muy invasivas, capaces de producir metástasis, aunque en cierto modo de manera diferente. Es más, mientras que las células sanas utilizan su energía en una malla muy organizada de actina; una de las proteínas del citoesqueleto, las células tumorales metastásicas carecen de dicha malla y emplean su energía en tensar la membrana celular con motores de otras proteínas denominadas miosinas, que se acoplan a las fibras de activa y, por tanto, esto les permitirá desplazarse muy rápidamente para invadir otros órganos. 

Este estudio también analizó los efectos de la falta de energía en las células cancerosas que forman un tumor en la mama, pero estas a diferencia, no provocan metástasis. En este caso, apenas se ve afectada la estructura mecánica y la deformabilidad de la célula. Los investigadores han argumentado lo siguiente: "Esto quiere decir que estas células presentan mecanismos muy eficientes y muy económicos para sostener su citoesqueleto incluso en condiciones muy extremas de ausencia de energía".

Finalmente, dichos investigadores tratarán de averiguar si en otros tumores, como por ejemplo es el cáncer de pulmón, las células se comportan de la misma forma. "El objetivo final es evaluar nuevos fármacos que tengan como dianas las rutas bioquímicas involucradas en el metabolismo y el citoesqueleto de la célula", han zanjado.






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