No es ningún secreto el hecho de que vivimos rodeados de plástico, están presentes en nuestro día a día, casi como si no pudiésemos dejar de utilizarlos para todo. Son útiles y baratos, no obstante, esto no quiere decir que no nos causen ningún tipo de problema. Normalmente, estamos acostumbrados a oír los estragos medioambientales que éste causa, sin embargo, probablemente nunca hemos llegado a plantearnos cómo estos pueden afectar a nuestra salud y, más específicamente, a nuestro metabolismo.
Las sustancias químicas de los plásticos pueden contribuir al aumento de peso y a la obesidad según un reciente estudio publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’. Parecen interferir en nuestro metabolismo, el conjunto de procesos que permiten que nuestro cuerpo procese los alimentos.
"Nuestros experimentos muestran que los productos de plástico habituales contienen una mezcla de sustancias que pueden ser un factor relevante e infravalorado detrás del sobrepeso y la obesidad", confirma Martin Wagner, profesor del Departamento de Biología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
Solía pensarse que estas sustancias químicas permanecían en el plástico, sin embargo, estos investigadores han demostrado que muchos de ellos pueden pasar a los alimentos y, de esta forma, ingresar a nuestro organismo. Pero, ¿cómo nos afectan realmente?
Las sustancias químicas de los plásticos pueden contribuir al aumento de peso y a la obesidad según un reciente estudio publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’. Parecen interferir en nuestro metabolismo, el conjunto de procesos que permiten que nuestro cuerpo procese los alimentos.
"Nuestros experimentos muestran que los productos de plástico habituales contienen una mezcla de sustancias que pueden ser un factor relevante e infravalorado detrás del sobrepeso y la obesidad", confirma Martin Wagner, profesor del Departamento de Biología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
Solía pensarse que estas sustancias químicas permanecían en el plástico, sin embargo, estos investigadores han demostrado que muchos de ellos pueden pasar a los alimentos y, de esta forma, ingresar a nuestro organismo. Pero, ¿cómo nos afectan realmente?
Al parecer, estas sustancias, como los ftalatos y los bisfenoles, contribuyen al desarrollo de células grasas a partir de células precursoras que ya se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo. De esta forma intervienen en la manera en la que almacenamos grasa, favoreciendo así el aumento de peso y la obesidad.
Técnicas como la espectrometría de grasa de alta resolución han permitido comprobar estos estudios en modelos celulares y animales. Así han podido observar que los adipocitos (células grasas) resultantes tenían un mayor contenido graso que los que se suelen producir de forma natural. Esto es similar a lo que ocurre con algunos agentes contaminantes presentes en el aire.
El sobrepeso y la obesidad contribuyen a algunas de las causas más comunes de muerte en el mundo. De hecho, los adipocitos con contenidos grasos patológicos son una característica del cuadro clínico de la obesidad y de muchas de las condiciones asociadas: muestran una respuesta inflamatoria elevada, una absorción de glucosa alterada, una señalización de insulina defectuosa y una respiración celular reducida.
El sobrepeso y la obesidad contribuyen a algunas de las causas más comunes de muerte en el mundo. De hecho, los adipocitos con contenidos grasos patológicos son una característica del cuadro clínico de la obesidad y de muchas de las condiciones asociadas: muestran una respuesta inflamatoria elevada, una absorción de glucosa alterada, una señalización de insulina defectuosa y una respiración celular reducida.
Fuentes: Infosalus, 20 Minutos
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