El cáncer de páncreas es, hoy en día, uno de los cánceres con peor pronóstico. Aunque no es un tumor muy frecuente, representa en torno a un 3% de todos los tipos de cánceres y además, es el tercer cáncer que más mata en nuestro país después de los cánceres de pulmón y colon. Solo ente el 7% y el 15% de los afectados por este tumor sobreviven más de cinco años tras el diagnóstico, principalmente por su detección tardía.
El problema del cáncer de Páncreas es que es muy silencioso, es decir, su detección se realiza mediante determinados procesos, los cuales no suelen realizarse a menudo y, por tanto, cuando se dan dichas pruebas o procesos de detección suele ser demasiado tarde. Por ello, tenemos cifras como que el 80% de los cánceres de páncreas cuando se diagnostican ya están avanzados. De modo que, el objetivo de diagnosticarlo antes es poder detectarlos en una fase precoz, dice Núria Malats, jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Junto al Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg (Alemania) y con la colaboración de más grupos europeos han detectado una señal en el microbioma intestinal, que se puede detectar analizando las heces, y podría contribuir a detectar la enfermedad de forma más temprana.
Estamos hablando de una firma genética compuesta por 27 microorganismos, la mayoría de ellos bacterias, cuya presencia puede servir para detectar la enfermedad. Un simple análisis de heces "podría proporcionar una prueba no invasiva, barata y robusta" para detectar dicho cáncer, señalan varios investigadores de la revista, que publica los detalles de este trabajo.
Es más, según ha avanzado el CNIO con estos resultados, ya se ha solicitado un patente para poder desarrollar un kit diagnóstico de cáncer de páncreas que pueda detectar los genomas microbianos en nuestras heces y pueda incluirse en los cribados.
Con respecto al impacto del bioma, cabe decir que los científicos comenzaron la investigación para averiguar la relación entre el microbioma (conjunto de microorganismos que vive en nuestro organismo) con el desarrollo del adenocarcinoma pancreático ductal, el más común de todos los tumores de páncreas.
Los investigadores analizaron el caso de 136 personas del hospital Ramón y Cajal de Madrid y de Vall d'Hebron de Barcelona (57 de ellos diagnosticados recientemente de cáncer de páncreas, 27 con pancreatitis crónica -uno de los factores de riesgo para desarrollar un tumor- y 50 sin alteraciones pancreáticas, que funcionaron como grupo control). A todos le extrajeron muestras de saliva, heces y tejido pancreático para analizar el estado de su microbioma.
"Pensábamos que el microbioma oral iba a ser el que realmente iba a tener un papel más relevante, porque había algunos estudios previos que así lo señalaban. Pero, para nuestra sorpresa, fue el microbioma intestinal el que mostró un mayor valor predictivo", señala Núria Malats.
"Los análisis bioestadísticos y bioinformáticos nos han permitido construir una firma de 27 microbios procedentes de heces, la mayoría bacterias, que discriminan muy bien los casos con cáncer de páncreas de los controles, tanto en sus fases más avanzadas como en las más tempranas", añade la investigadora.
Posteriormente a esta "huella" se validó la opción de mediante un estudio independiente realizado en dos hospitales de Alemania y en 5.792 metagenomas fecales procedentes de 25 estudios de 28 países. Actualmente, esto se está estudiando en la población, señala el CNIO.
Los investigadores comprobaron que, en los microorganismos, se encontraban no solo en el microbioma fecal, sino también en el oral y en el del tumor. Por otro lado, dos de los microorganismos identificados se habían asociado previamente al cáncer colorrectal.
La investigadora de este caso, Malats, dice que se trata de una investigación que ha demostrado una relación independiente de la firma molecular con el cáncer, descartando la influencia de otros factores de riesgo asociados a la enfermedad como la diabetes, la obesidad o la pancreatitis crónica, entre otras.
"Ahora lo que sabemos es que la firma esta está presente tanto en tumores avanzados como en precoces, y esto nos hace pensar que seguramente también lo esté incluso antes del desarrollo del tumor. Pero todavía no podemos contestar a esa pregunta. Necesitaríamos hacer un estudio prospectivo de cohortes, con un seguimiento largo, para saber si es así", apunta la investigadora del CNIO.
Por tanto, tras varias investigaciones, este mecanismo hará todo lo posible por ser una forma más de detección de tumores, especialmente en el páncreas, y así poder disminuir el número de fallecimientos por parte de este dichoso cáncer.
Junto al Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg (Alemania) y con la colaboración de más grupos europeos han detectado una señal en el microbioma intestinal, que se puede detectar analizando las heces, y podría contribuir a detectar la enfermedad de forma más temprana.
Estamos hablando de una firma genética compuesta por 27 microorganismos, la mayoría de ellos bacterias, cuya presencia puede servir para detectar la enfermedad. Un simple análisis de heces "podría proporcionar una prueba no invasiva, barata y robusta" para detectar dicho cáncer, señalan varios investigadores de la revista, que publica los detalles de este trabajo.
Es más, según ha avanzado el CNIO con estos resultados, ya se ha solicitado un patente para poder desarrollar un kit diagnóstico de cáncer de páncreas que pueda detectar los genomas microbianos en nuestras heces y pueda incluirse en los cribados.
Con respecto al impacto del bioma, cabe decir que los científicos comenzaron la investigación para averiguar la relación entre el microbioma (conjunto de microorganismos que vive en nuestro organismo) con el desarrollo del adenocarcinoma pancreático ductal, el más común de todos los tumores de páncreas.
Los investigadores analizaron el caso de 136 personas del hospital Ramón y Cajal de Madrid y de Vall d'Hebron de Barcelona (57 de ellos diagnosticados recientemente de cáncer de páncreas, 27 con pancreatitis crónica -uno de los factores de riesgo para desarrollar un tumor- y 50 sin alteraciones pancreáticas, que funcionaron como grupo control). A todos le extrajeron muestras de saliva, heces y tejido pancreático para analizar el estado de su microbioma.
"Pensábamos que el microbioma oral iba a ser el que realmente iba a tener un papel más relevante, porque había algunos estudios previos que así lo señalaban. Pero, para nuestra sorpresa, fue el microbioma intestinal el que mostró un mayor valor predictivo", señala Núria Malats.
"Los análisis bioestadísticos y bioinformáticos nos han permitido construir una firma de 27 microbios procedentes de heces, la mayoría bacterias, que discriminan muy bien los casos con cáncer de páncreas de los controles, tanto en sus fases más avanzadas como en las más tempranas", añade la investigadora.
Posteriormente a esta "huella" se validó la opción de mediante un estudio independiente realizado en dos hospitales de Alemania y en 5.792 metagenomas fecales procedentes de 25 estudios de 28 países. Actualmente, esto se está estudiando en la población, señala el CNIO.
Los investigadores comprobaron que, en los microorganismos, se encontraban no solo en el microbioma fecal, sino también en el oral y en el del tumor. Por otro lado, dos de los microorganismos identificados se habían asociado previamente al cáncer colorrectal.
La investigadora de este caso, Malats, dice que se trata de una investigación que ha demostrado una relación independiente de la firma molecular con el cáncer, descartando la influencia de otros factores de riesgo asociados a la enfermedad como la diabetes, la obesidad o la pancreatitis crónica, entre otras.
"Ahora lo que sabemos es que la firma esta está presente tanto en tumores avanzados como en precoces, y esto nos hace pensar que seguramente también lo esté incluso antes del desarrollo del tumor. Pero todavía no podemos contestar a esa pregunta. Necesitaríamos hacer un estudio prospectivo de cohortes, con un seguimiento largo, para saber si es así", apunta la investigadora del CNIO.
Por tanto, tras varias investigaciones, este mecanismo hará todo lo posible por ser una forma más de detección de tumores, especialmente en el páncreas, y así poder disminuir el número de fallecimientos por parte de este dichoso cáncer.
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