LA MUTACIÓN GENÉTICA QUE SE ESCONDE TRAS EL TAMAÑO DE LOS PERROS

Las razas como los chihuahuas o los pomerania tienen un tamaño reducido que hasta ahora se pensaba que era resultado de su domesticación humana. Sin embargo, un nuevo estudio revela que cánidos de hace más de 50.000 años ya tenían en su ADN esta regulación de talla.

Un equipo de investigadores ha identificado una mutación en un gen regulador de la hormona del crecimiento que se corresponde con el pequeño tamaño corporal de los perros y que estaba presente en los lobos hace más de 50.000 años, mucho antes de la domesticación.

Los investigadores encontraron una forma inversa del gen del factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF1) con variantes que se correlacionaban con el tamaño en las 200 razas de perros que examinaron al comparar el tamaño corporal en perros y cánidos salvajes, descubrieron una variación del gen ubicada en un tramo de ADN que codifica una molécula llamada ARN largo no codificante, que participa en el control de los niveles de la proteína IGF1, una potente proteína del crecimiento.

No es tanto que el ‘gen’ se posicione al revés, como que un pequeño trozo del gen IGF1 crea un complemento en la cadena opuesta. Ese ARN mensajero (ARNm) puede entonces unirse al verdadero ARNm de IGF1 y afectar a su capacidad de producir una proteína, la versión inversa se denomina ARN no codificante de cadena larga (lncRNA).

El equipo colaboró entonces con los biólogos evolutivos Greger Larson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y Laurent Franz, de la Universidad Ludwig Maximilian (Alemania), para buscar en el ADN de lobos antiguos y conocer cuándo apareció por primera vez la mutación del IGF1.

Cuando el equipo examinó el ADN de un lobo siberiano (Canis lupus campestris) de hace 54.000 años, descubrió que también poseía la mutación de la hormona del crecimiento. El hallazgo es válido no solo para los perros y los lobos, sino también para coyotes, chacales, perros de caza africanos y otros miembros de la familia de los cánidos. Lo que creíamos como algo moderno es en realidad muy antiguo.

Esta es una pieza importante del rompecabezas para entender cómo se regula el tamaño en las razas. Los perros muestran más variación de tamaño que cualquier otro mamífero de la Tierra. Ahora van a continuar estudiando los genes que regulan el tamaño corporal de los perros. “Nos gustaría encontrar las variantes críticas de algunos otros genes que contribuyen a la variación del tamaño corporal en los cánidos. En general, únicamente unos 25 genes parecen regular la mayor parte, entre las razas más grandes y las más pequeñas. Nos gustaría entender cómo estos genes trabajan juntos para lograr la diferencia entre ser tan pequeño como un caniche toy y tan grande como un terranova”,

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