CÉLULAS T PARA EL TRATAMIENTO DEL PARKINSON

La enfermedad de Parkinson, anteriormente también conocida como parálisis por temblores, es uno de los trastornos más frecuentes que afectan el movimiento y el sistema nervioso.
Actualmente, aproximadamente 4,1 millones de personas padecen la enfermedad de Parkinson en todo el mundo, solo en Alemania más de 300.000 personas están afectadas.

 Los síntomas típicos de la enfermedad son lentitud de movimiento, rigidez, temblores frecuentes y una postura cada vez más encorvada. La causa es la muerte continua de las células nerviosas del cerebro, que producen la sustancia mensajera dopamina.

Los científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI) descubrieron que las personas con enfermedad de Parkinson tienen una "firma genética" clara de la enfermedad en sus células T de memoria. Los científicos esperan que trabajar con estos genes pueda abrir la puerta a nuevos tratamientos y diagnósticos para él Parkinson.

Se dieron cuenta de que las neuronas dañadas contienen grupos de una proteína dañada llamada alfa-sinucleína.

La investigación de LJI sugiere que estos grupos pueden ser la causa de muerte para las neuronas productoras de dopamina. Los investigadores Sette y Arlehamn demostraron recientemente que las personas con Parkinson tienen células T que se dirigen a la alfa-sinucleína en una etapa temprana de la enfermedad de Parkinson.

Las células T autorreactivas pueden dañar las propias células del cuerpo, incluidas las neuronas. De hecho, las células T autorreactivas son las culpables de muchas enfermedades autoinmunes.

Además, descubrieron que las personas con la enfermedad de Parkinson tienen células T de memoria con una firma genética muy específica. Estos genes parecen ser responsables de atacar la alfa-sinucleína y causar potencialmente una inflamación continua en los casos de Parkinson. Pero muchos de los genes expresados en estas células T eran completamente inesperados y no estaban previamente relacionados con la enfermedad de Parkinson.

El equipo también quiere buscar otros objetivos, llamados antígenos, que puedan ser reconocidos por las células T en personas con enfermedad de Parkinson. Para traducir este trabajo a nuevas terapias, será importante que los científicos estudien cómo pueden activar o inhibir diferentes genes en etapas de la progresión del Parkinson. 

Fuentes: News-courier, ABC

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