EL MISTERIO DEL LAGO ROSA

Una isla de la costa occidental australiana, Middle Island, presume de una de las mayores maravillas naturales de Oceanía: el lago Hillier. Esta masa de agua, de 600 metros de longitud y hasta 250 de anchura, presenta una salinidad muy elevada, y sus aguas brillan con un intenso color rosa que contrasta con el verde de la vegetación y el azul del océano.

Podemos encontrar la respuesta a este extraño suceso en un artículo publicado en la revista BioRxiv. En dicha publicación se comenta el estudio realizado por un grupo de investigadores que atribuye el color del lago a una inusual combinación de microbios.

El grupo de investigación consiguió permiso para tomar muestras de agua del lago y las analizó empleando un método conocido como metagenómica, que consiste en secuenciar a la vez todo el ADN presente en una muestra y asignarlo, mediante potentes ordenadores, a genomas de distintos microbios. Los resultados revelaron la presencia de al menos 500 microorganismos diferentes, como algas, bacterias, arqueas o virus.

Muchos de esos microbios son halófilos, lo que significa que toleran concentraciones de sal muy elevadas. Entre los microorganismos halófilos figuran Salinibacter ruber, una bacteria de color rojizo anaranjado, o las algas rojas de la especie Dunaliella salina. Esto explica el tono rosa del lago, que se debe a una combinación de esos y otros microbios. La coloración de estos se relaciona, a su vez, con los carotenoides, unos pigmentos que posiblemente los protegen de las condiciones extremas.

Sin embargo, el lago Hillier, descubierto en 1802, solo puede verse desde el aire. La isla es una reserva natural y únicamente puede accederse a ella con un permiso especial estrictamente regulado. No obstante, varias empresas locales ofrecen vuelos regulares. En principio también se podría nadar en sus aguas, ya que, más allá de su elevada salinidad, deberían ser inocuas.

Los científicos han muestreado otros entornos extremos, como el cráter de gas Darvaza en Turkmenistán, también conocido como la "Puerta al infierno"; los Valles Secos de la Antártida; lagos de Salmuera, que se encuentran a 3,5 kilómetros bajo el océano frente al oeste de Groenlandia; y la cueva Movile, en Rumania.

El equipo ahora planea tomar muestras de la depresión de Danakil, en Etiopía, que contiene aguas termales tóxicas, y del lago Magic, en Australia, que es tan ácido como el ácido de una batería.

Comentarios