INVESTIGADORES DEL CSIC PRODUCEN ANTICUERPOS CONTRA LA COVID-19 BASADOS EN EL SISTEMA INMUNITARIO DE DROMEDARIOS






Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha obtenido anticuerpos con capacidad para neutralizar las variantes más virulentas del SARS-CoV-2. Por ello, estos anticuerpos, producidos mediante cultivos celulares, pueden utilizarse como terapia efectiva en pacientes de COVID-19 y los investigadores afirman que su producción ya puede realizarse para su aplicación clínica.

Según el estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Immunology, estos anticuerpos tienen un gran potencial para la detección del SARS-CoV-2, por ende pueden ser útiles para diferentes formatos de test de antígenos de dicho virus.

Los investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), dirigidos por Luis Ángel Fernández y José María Casasnovas, seleccionaron aquellos nanoanticuerpos que mejor se unían a la región de la proteína S (spike) del SARS-CoV-2 y que bloqueaban la entrada de dicho virus en la célula.

Los ensayos in vitro en células infectadas con SARS-CoV-2 lograron identificar en la plataforma de antivirales del instituto del CSIC, dirigida por Urtzi Garaigorta y Pablo Gastaminza, aquellos que tenían una mayor actividad neutralizante del virus. Dichos ensayos fueron llevados a cabo por Miguel Ángel Martín Acebes y Juan Carlos Saiz en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), quienes demostraron el potencial terapéutico de cuatro de estos anticuerpos.

Se han humanizado las regiones VHH de estos anticuerpos, cuya administración en una única dosis protegió de la muerte por COVID-19 a más del 95% de los animales infectados, mediante ingeniería de proteínas. Esto permitirá que se administren a pacientes con un riesgo de evolución a enfermedad severa con el fin de paliar las consecuencias más graves de la COVID-19.

Los grupos de investigación del CNB-CSIC en colaboración con Juan Alberto Corbera, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han desarrollado los anticuerpos partiendo de segmentos generados por inmunización de dromedarios. Posteriormente, fueron clonados en Escherichia coli en el CNB-CSIC.

“Los camélidos (dromedarios, llamas, alpacas, etc.) producen un tipo de anticuerpos capaces de reconocer al antígeno con una sola cadena de proteína, en lugar de dos como en el resto de especies animales. Así, la zona de reconocimiento del antígeno en estos anticuerpos es de menor tamaño, y pueden alcanzar regiones en la superficie de virus y bacterias inaccesibles de otro modo”, explica Luis Ángel Fernández, director del grupo de ingeniería bacteriana del CNB.

“En el laboratorio aislamos la zona de unión de estos anticuerpos, fragmentos de pequeño tamaño conocidos como nanoanticuerpos con gran capacidad de bloquear a virus y bacterias. Al tener secuencias muy similares a las de los anticuerpos humanos, pueden utilizarse directamente en terapia sin generar rechazo”, señala Fernández.

Esta tecnología ha sido patentada por el CSIC, que busca empresas interesadas en producir estos anticuerpos y llevarlos a las farmacias para ser vendidos.

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