LA INGESTA DE MICROPLÁSTICOS ALTERA LA MICROBIOTA INTESTINAL

Investigadores del CSIC han descubierto que la digestión de microplásticos puede disminuir la cantidad de bacterias beneficiosas presentes en el colon.

 Es el primer trabajo que estudia in vitro el impacto de la presencia de microplásticos en el tracto digestivo y la microbiota intestinal. El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha demostrado que tras la ingestión de microplásticos PET (asociados con la cadena alimentaria) disminuye la abundancia de bacterias conocidas por sus efectos positivos en la salud y se incrementa la presencia de otros grupos microbianos relacionados con una actividad patógena.

El estudio adquiere una gran relevancia al ser el primero que evalúa el impacto de la ingesta de microplásticos en el tracto digestivo y la microbiota intestinal humana. Y es que las últimas estimaciones indican que, de media, cada persona podría ingerir entre 0,1 y 5 gramos de microplásticos cada semana a través de alimentos y bebidas.

 Además, el estudio ha mostrado por primera vez que estos microplásticos pueden sufrir biotransformaciones a lo largo del tracto gastrointestinal y llegar al colon con una forma estructuralmente diferente a la original. “Todos estos mecanismos y factores observados, que apenas se están empezando a estudiar, contribuirán a averiguar si los microplásticos pueden permanecer en el cuerpo humano y acumularse potencialmente en algunos órganos y tejidos”, concluye la investigadora


Experimentos in vitro innovadores
 

Para desarrollar esta investigación, el equipo interdisciplinar del CSIC ha diseñado un protocolo de simulación de la ingesta y digestión de microplásticos en condiciones fisiológicas, que es extrapolable al estudio de otros tipos de plástico y tamaños de partícula. “Mediante el modelo in vitro de digestión gastrointestinal patentado por el CSIC, simgi®, pudimos albergar la microbiota colónica humana durante la intervención con microplásticos”.

Este protocolo, combinado con el uso de microscopía electrónica y espectroscopia, ha permitido monitorizar los cambios en la estructura y morfología de los microplásticos en el tracto digestivo.

Fuentes: csic, nature

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