Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) y del área de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina del CIBER (CIBER-BBN) demostró el potencial del uso de nanopartículas “traductoras” para facilitar la comunicación entre diversos tipos de células o microorganismos. En otros términos, comunicar microorganismos de diferentes reinos utilizando nanopartículas como traductores. Hablamos de la primera ocasión que se asegura esta teoría.
Las nanopartículas procesan un mensaje producido por el primer tipo de células (bacterias) y lo convierten en un mensaje comprensible para el segundo tipo de células (levaduras) que responden a él. Así, la información fluye a partir de las células emisoras (las bacterias) al nanodispositivo y a partir de éste a las células receptoras (levaduras), lo cual posibilita la comunicación entre dos microorganismos que de otro modo no interactuarían. Se trata de un gran progreso en el diseño de sistemas comunicación en la nanoescala y abre la puerta para el desarrollo de futuras aplicaciones. Ramón Martínez Máñez, investigador del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) en la UPV y director científico del CIBER-BBN lo confirma.
Este análisis podría tener aplicación en diversos entornos. En la parte clínica, para la prevención y procedimiento del cáncer. Ademásde en la zona agraria, para el desarrollo de novedosas tácticas de protección ante plagas; o el medio ambiente.
Entre aquellas futuras aplicaciones, el equipo UPV-CIBER-BBN destaca la probable regulación de las interrelaciones entre bacterias y células humanas. Así como, para prevenir infecciones, asesinar bacterias o modular nuestro microbioma intestinal, y para el procedimiento de patologías como el cáncer.
“En esta situación, ayudaría a que células de nuestro sistema inmune tengan la posibilidad de reconocer de manera más eficiente células cancerosas, regulando las relaciones entre unas y otras”, muestra Antoni Llopis, investigador del CIBER-BBN en el Instituto IDM. Sus resultados fueron publicados en la revista Nano Letter. Además puede ser eficaz para el diseño de partículas que hagan viable que las plantas y los hongos se comuniquen entre sí lo cual podría contribuir a desarrollar novedosas tácticas de defensa de las plantas.
“Podríamos entablar una comunicación entre células de plantas con otros microorganismos de su ámbito para de esta forma prevenir plagas o aprovecharlas como procedimiento para mejorar el rendimiento de las plantas”, muestra Ángela Morellá, investigadora además del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) y coautora del análisis. Sea como sea, el equipo de la UPV y el CIBER-BBN incide en que los resultados logrados son incipientes –“es una prueba de concepto”, remarcan-, si bien abren una vía con un enorme potencial para el campo de la micro/nanotecnología y biología sintética.
“Quizás el más grande reto va a ser leer si la comunicación entre aquellos dos reinos fue exitosa o no. En nuestra investigación, hemos usado la expresión de proteína fluorescente por las células receptoras, lo cual facilitó el seguimiento del proceso. El desarrollo de futuras aplicaciones necesitará metodologías más avanzadas para permitir la monitorización de los procesos de comunicación química en ámbitos biológicos complejos”, concluye Ramón Martínez Máñez.
Fuentes: El Médico Interactivo, Nano Letter, Ciber Isciii
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