TÉCNICA GENÉTICA PARA REJUVENECER LA PIEL 30 AÑOS

Investigadores del Instituto Babraham en el Reino Unido han descubierto una nueva técnica que hace que las células de la piel actúen como si tuvieran 30 años menos, pero a la vez, que retengan las funciones que han ido aprendiendo durante su vida.

La nueva técnica se basa en los descubrimientos del doctor japonés Shinya Yamanaka en el campo de las células madre, por los que obtuvo el premio Nobel de medicina en 2012. Yamanaka y su colega, el doctor John B. Gurdon, consiguieron reprogramar células normales para que se convirtieran en pluripotenciales, esto es, células madre que tienen la capacidad de desarrollarse en cualquier tipo de célula especializada.

El descubrimiento de Yamanaka y Gurdon ha ayudado a los científicos a desarrollar nuevas técnicas muy prometedoras que han conseguido, por ejemplo, devolver la visión a ratones, crear estructuras de células que tienen la capacidad de reparar la médula espinal o restablecer la producción de insulina en diabéticos.

Este proceso de transformación celular tarda en torno a los 50 días y para llevarlo a cabo se utilizan unas moléculas llamadas factores de Yamanaka. Como explican los propios investigadores, para su nuevo método, llamado reprogramación transitoria en fase de maduración, expusieron a las células a los factores de Yamanaka durante solo 13 días con el fin de eliminar los cambios causados por la edad.

Luego el equipo las hizo crecer de nuevo y pudo observar cómo estas células recuperaban su función específica en la piel. Los análisis posteriores confirmaron que las células habían recuperado los fibroblastos, los marcadores característicos de las células de la piel, y también la producción de colágeno, una molécula que ayuda a formar la estructura de los tejidos y a curar las heridas.

El equipo del Instituto Babraham empleó dos métodos de medición de edad celular para analizar los resultados. El primero de estos métodos, explican, fue el reloj epigenético, donde las etiquetas químicas presentes en todo el genoma indican la edad. El segundo fue el transcriptoma, en el que se ven todas las lecturas de genes producidas por la célula. El resultado de estas mediciones confirmó que las células tratadas tenían el mismo perfil que las células 30 años más jóvenes.

El grupo de investigadores, liderado por el profesor Wolf Reik admite que todavía falta mucho para entender cómo funcionan todos los mecanismos responsables de la reprogramación transitoria

Aun así, se muestran positivos ante el hallazgo. "Este trabajo tiene implicaciones muy emocionantes", apunta Reik. "Con el tiempo, podríamos ser capaces de identificar los genes que rejuvenecen sin reprogramación, y dirigirnos específicamente a ellos para reducir los efectos del envejecimiento. Este enfoque es prometedor para realizar valiosos descubrimientos que podrían abrir un sorprendente horizonte terapéutico".

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