LOS MICROARN Y NUESTRA UNIÓN CON LOS PULPOS

Actualmente científicos norteamericanos y alemanes han demostrado que la evolución de los cefalópodos está muy unida a unos microARN, permitiéndoles tener unos sistemas nerviosos muy complejos. Este hecho resulta muy sorprendente ya que, históricamente, los vertebrados desarrollaron grandes tejidos neuronales, mientras que los invertebrados no, a excepción de los cefalópodos. 

A este gran enigma le pusieron solución un grupo de investigadores del CentroMax Delbrück y del Dartmouth College de Estados Unidos. Sostuvieron que los pulpos poseen gran cantidad de microARN en su tejido neural, los cuales tienen gran importancia en el desarrollo de cerebros complejos.

Más tarde, los científicos descubrieron que los pulpos poseen gran cantidad de enzimas que les permiten recodificar su ARN. Para profundizar en su investigación, examinaron 18 pulpos diferentes y observaron que tenían 42 nuevas familias de microARN en el tejido neural y en el cerebro. Estos genes se han conservado durante toda su evolución, lo que muestra su gran importancia y funcionalidad.

El científico Rajewsky ha observado que estos microARN no pasan a ARN mensajero, sino que codifican pequeños trozos de ARN que se unen al ARN mensajero ayudándole en la producción de proteínas. Estos sitios de unión también han permanecido a lo largo de la evolución de los cefalópodos, lo que les ha llevado a formar la tercera mayor expansión de familias de microARN en el mundo animal, y la mayor en los invertebrados.

Esta gran evolución de su tejido nervioso ha llevado a que los pulpos tengan un cerebro central como un sistema nervioso periférico capaz de actuar de forma independiente. También, tienen la capacidad de reconocer a las personas e incluso tener gran agilidad en sus brazos, permitiéndoles realizar numerosas funciones.

El descubrimiento entre los pulpos y microARN, más característicos de los vertebrados, ha producido un gran interés en este descubrimiento por parte de numerosos investigadores, sin embargo, todavía no han descubierto qué tipo de células expresan los nuevos microARN.

FUENTES: Cienciaplus, NIUS

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