una persona.
Se ha llegado incluso a asociar ciertos tipos de bacterias con la expresión de las emociones. Por ejemplo, cantidades abundantes de Bifidobacterium y de Streptococcus y bajas cantidades de Atopobium estarían asociadas con carácter extrovertido y de un buen manejo de las emociones. Por el contrario, una emotividad negativa estaría asociada a la presencia de bacterias Erwinia, Rothia y Serratia.
No todas las personas tenemos los mismos tipos de bacterias intestinales. Entre las situaciones que lo determinan, desde que somos bebés, figuran la forma de nacimiento (parto natural o cesárea), alimentación (pecho o biberón).Hay otros factores que influyen en la diversidad bacteriana como son la variedad en la alimentación, tomar antibióticos, actividad física,…
Un ejemplo sencillo, las personas que viajan, prueban nuevos alimentos y tienen una alimentación variada tienen más diversidad, ya que se exponen a más bacterias.
La cantidad y variedad de tipos de bacterias determinan nuestra salud física y, por tanto, nuestro estado de ánimo pudiendo influir en nuestro carácter y personalidad.
A día de hoy no se conoce exactamente de qué forma directa influye la microbiota en el cerebro pero se empieza a hablar de un eje microbioma-intestino-cerebro que, de confirmarse y conocerse en profundidad, podría dar lugar a nuevas terapias para tratar algunas de las enfermedades que hemos nombrado y para mejorar la vida de algunas personas con trastornos de personalidad.
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