Se ha utilizado para producir tejidos simples como vasos sanguíneos y cartílago, y se está investigando su potencial para producir órganos más complejos como corazones y huesos.
Aunque todavía es un campo en desarrollo, tiene el potencial de revolucionar la medicina y proporcionar una solución a la escasez de órganos para trasplante. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos técnicos y éticos que se deben abordar antes de que la bioimpresión pueda ser utilizada de manera amplia y efectiva.
Es una forma de tratar enfermedades, patologías,… de manera muy personalizada, cubriendo justamente las necesidades de cada caso.
Algunos de estos desafíos incluyen la necesidad de mejorar la calidad y la viabilidad de las células impresas, la necesidad de desarrollar materiales de impresión adecuados (biomateriales) y la necesidad de comprender mejor cómo las células se comportan y se organizan durante el proceso de impresión.
Debemos añadir, actualmente, los elevados costes de impresión de los tejidos debido a los consumibles necesarios, máquinas especializadas y personal de muy alta cualificación.
A pesar de estos desafíos, es un campo emergente de la investigación que tiene el potencial de tener un impacto significativo en la medicina y la biotecnología.
En Cáceres tenemos un centro pionero y puntero en esta área, es el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU).
Fuentes: El periódico Extremadura, NATIONAL GEOGRAPHIC
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