A principios del siglo XX nació en EE.UU. la llamada “dieta del pomelo” o dieta de los 18 días. Fue entonces cuando la gente empezó a creer que con una dieta basada en dicha fruta, bien sea tomada cruda, en zumo o en cápsulas, se podría perder hasta 10 kg en dos semanas. La producción de la fruta conocida como “cítrico del paraíso” comenzó en Florida en 1823. Años más tarde los cultivadores consiguieron un pomelo de pulpa rosa, incrementando así la producción.
Este aumento en la producción alentó a la industria cinematográfica, dándole gran importancia. Una revista de aficionados al cine, Picturegoer, promovió su consumo como “fruta de las estrellas”. Cabe destacar que la actriz Ethel Barrymore puso de moda el pomelo y en los años 20, en el hotel Paso (Texas) se comenzó a ofrecer la dieta de la célebre estrella, esta incluía a parte del pomelo, tomate, huevos y lechuga. En los años 30, el cítrico del paraíso ocupó un gran lugar en la película Duro de pelar, donde el protagonista dio publicidad consiguiendo disparar su precio ya que lo asocio a un régimen para adelgazar.
Como podemos observar tanto la industria alimentaria como la cinematográfica tenían intereses comerciales en el consumo del pomelo e hicieron creer a la población que tras ingerir este alimento durante varias semanas, llegarían a perder peso.
Tomar un pomelo al día nos aportará múltiples beneficios para nuestra salud, conseguiremos mejorar nuestra dieta, alejarnos de gripes o resfriados. El pomelo es una fruta cítrica, diurética y debido a su alto contenido en vitamina C puede aumentar el metabolismo.
Si queremos realizar una dieta de más de 10 días, tenemos que tener en cuenta que cuando exprimimos la fruta liberamos el azúcar que contiene por lo que en vez de ayudarnos en nuestra dieta, no causará mayores problemas.
El pomelo es una dieta de semiayuno, por lo que no podremos alargarla más de cuatro o cinco días, debido a que no estaríamos ingiriendo otros alimentos que nos proporcionan hierro, calcio o otros nutrientes necesarios.
En conclusión podemos afirmar que la mayoría de estudios apoyan la idea del pomelo para mejorar nuestra dieta pero, sin alargarlo varias semanas, ya que produciría graves consecuencias en nuestro organismo.
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