El fisiólogo alemán Otto H. Warburg fue el primero en sugerir que todos los cánceres podrían tener una causa común y que se basaría en la alteración del metabolismo. Ya que las células tumorales producen energía mediante un proceso en el que no interviene el oxígeno.
Warburg que fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina o Fisiología en 1931 por su descubrimiento de la naturaleza y el modo de acción de la enzima respiratoria. Él argumentó en su tesis que el oxígeno (02) era la solución a multitud de enfermedades, entre ellas el cáncer. De hecho, hay numerosos productos basados en esta creencia, como el Bluem que es una marca comercial basada en el cuidado bucal basada en el oxígeno activo para acelerar la cicatrización de heridas.
Otro científico llamado Javier A. Menéndez, Jefe del Grupo de Metabolismo y Cáncer del Programa ProCURE del Instituto Catalán; a través de diversos estudios, ha intentado modernizar los estudios de Warburg, aprovechando las innovaciones tecnológicas de este último siglo. Su estudio se entró en el metabolismo de la glucosa, y llegó a la conclusión de que cuando el metabolismo se altera, es capaz de enviar señales a las células, proteínas y genes. Además, señala que alterando el metabolismo de la glucosa, se activa un importante oncogén: la proteína Ras. Ésta es una de las más alteradas en la mayoría de los cánceres. Así que llegó a la conclusión de que un tumor puede iniciarse por una alteración del metabolismo. Esta es la clave que le faltaba por conocer a Warburg.
Por otra parte, también se demostró que las personas que viven en zonas mediterráneas tienen menos cánceres que los que viven en zonas nórdicas. Y hay que tener en cuenta que genéticamente somos idénticos; por lo que debe de haber otra razón: y ésta es la dieta.Ya que las células tumorales utilizan mucha glucosa y tienen mecanismos para aprovecharla mejor que una célula normal; además, si consumimos productos de mala calidad o con niveles muy elevados de azúcar, las células tumorales las va a aprovechar, y aquí está el problema.´También hay que tener en cuenta que es imposible quitar toda la glucosa de la dieta porque ésta está en todos los alimentos y porque la necesitamos, ya que la glucosa es el principal combustible de las células de nuestro organismo.
Como se ha mencionado anteriormente, las células tumorales utilizan mucha glucosa y ésto es porque lo hacen de forma muy ineficiente: en vez de oxidarla totalmente obteniendo dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O), éstas producen mucha cantidad de lactato o ácido láctico, dando un bajo rendimiento. Es por ello que los pacientes con cáncer, sobre todo cuando tienen metástasis, comen pero no engordan. A ese fenómeno se le denomina caquexia.Por último,como podemos observar en el gráfico, también se ha demostrado que el 80% de los tumores podrían asociarse a factores externos como el 20% o 25% con el tabaco, entre el 25% y el 30% con la dieta, el 15% con agentes infecciosos, del 10% al 15% con la obesidad, y entre el 4% y el 5% con el alcohol. Es por ello que evitar el consumo de alimentos que tengan una alta composición de azúcares, como la bollería industrial o la comida rápida; favorezca a no tener obesidad ni sobrepeso; ya que ésta está relacionada con hasta doce tipos de cáncer. Aunque como ya se ha mencionado anteriormente, el azúcar es muy importante para obtener energía, pero otros alimentos como legumbres, cereales o la fruta, también son fuente de energía.
Fuentes: Sabervivir, Universidad de Salamanca (Usal), Oncosalud, Salud
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