EL MISTERIO DEL ENVEJECIMIENTO

Los seres humanos siempre nos hemos preguntado porque nuestras células envejecen. La respuesta tiene mucho que ver con las mitocondrias, los orgánulos que suministran energía a las células. Este descubrimiento se debe gracias al estudio publicado el 12 de enero de este mismo año en Communications Biology, por un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia. Estos mismos investigadores han descubierto que las células humanas con mitocondrias dañadas responden acelerando y gastando más energía. Aunque esta adaptación llamada hipermetabolismo mejora la supervivencia de las células a corto plazo, tiene un alto coste: un aumento drástico de la velocidad a la que envejecen.

Los hallazgos se realizaron en células de pacientes con enfermedades mitocondriales raras, pero también pueden tener relevancia para otras afecciones que afectan a las mitocondrias, incluidas enfermedades neurodegenerativas, afecciones inflamatorias e infecciones. 

En general, se suponía que los defectos mitocondriales obligarían a las células a disminuir su tasa metabólica en un esfuerzo por conservar energía. Sin embargo, al analizar la actividad metabólica y el consumo de energía en células de pacientes con enfermedades mitocondriales, los investigadores encontraron todo lo contrario, que las células con mitocondrias deterioradas duplican su gasto de energía. Al volver a analizar los datos de cientos de pacientes con diferentes enfermedades mitocondriales mostró que los defectos mitocondriales también aumentan el costo energético de la vida a nivel de todo el cuerpo. Aunque este aumento de energía mantiene las células en funcionamiento, también degrada los telómeros de las células y activa las respuestas al estrés y la inflamación. En conclusión, acelera el envejecimiento biológico.

Este estado hipermetabólico podría explicar por qué las personas con enfermedades mitocondriales experimentan fatiga e intolerancia al ejercicio, entre otros síntomas. Este estudio no apunta a ningún remedio nuevo para pacientes con enfermedades mitocondriales, que actualmente no son tratables, pero refuerza las recomendaciones actuales para que los pacientes realizan más ejercicio físico.

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