LLUVIA ARTIFICIAL PARA EL FINAL DE LAS SEQUÍAS

La lluvia artificial es un proceso mediante el cual se inyectan sustancias químicas en la atmósfera con el objetivo de estimular la condensación de las nubes y, por lo tanto, aumentar la cantidad de lluvia que cae en un área determinada.

Hay varias técnicas diferentes utilizadas para crear lluvia artificial, incluyendo la inyección de sal en las nubes y la liberación de sustancias químicas como el yoduro de plata desde aviones.

Un uso obvio e inmediato de esta técnica es la prevención de la sequía y mejorar el suministro de agua en áreas donde las precipitaciones son escasas o variables, pero también se ha utilizado para controlar el polvo y la contaminación en el aire y para reducir la intensidad de los incendios forestales.

Sin embargo, la efectividad de la lluvia artificial a largo plazo es controversial y hay preocupaciones sobre posibles efectos secundarios en el medio ambiente y la salud humana ya que no deja de ser una intervención en los procesos naturales que ya de por sí están alterados por el cambio climático. Pensemos además que se inyecta en la atmósfera elementos químicos que no son naturales en ese entorno. ¿afectarán a las personas? ¿y a los cultivos y animales? ¿de qué manera?

Algunas de estas preocupaciones incluyen la contaminación del agua y la posible toxicidad de las sustancias químicas utilizadas. Por otra parte, la lluvia artificial puede tener efectos no deseados, como el aumento de la humedad y la creación de áreas con exceso de agua.

Fuentes: Cadena COPEMeteorología en red

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