Aunque falta mucho para que dichos avances se puedan aplicar a humanos, este descubrimiento (de embriones sanos y viables de ratones) hace ponerse en la idea de que puede que en un futuro pueda haber tratamientos de infertilidad para que parejas del mismo sexo puedan tener un hijo biológico en común.
Esta noticia ha sido una de las que más ha sorprendido en los últimos tiempos.
Científicos de la Universidad de Osaka afirman haber creado ratones sanos con dos padres biológicos. Los resultados de la investigación se dieron a conocer durante la Tercera Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano celebrada en Londres, Reino Unido, el pasado 8 de marzo, los científicos japoneses expusieron los resultados de su investigación, que era producir óvulos a partir de células de ratones machos, y así demostrar que esos óvulos podían ser fecundados e implantados en hembras y generar así, crías sanas y viables para la reproducción.
Los resultados de esta investigación no se han publicado aún en ninguna revista, pero, aunque son unos resultados esperanzadores están lejos de poder ser utilizado en el ser humano.
El equipo de Katsuhiko Hayashi (dirigió el trabajo en la Universidad de Kyushu) lo que hizo fue utilizar un cribado de células madres de ratón que aprovechó su capacidad a ganar o perder cromosomas en cultivo celular, para así dar lugar a células con cromosomas XY (masculinas) en células XX (femeninas). Esto dio lugar a la diferenciación de estas células que generan óvulos funcionales y crías de ratón vivas.
Hayashi afirmó el pasado ocho de marzo a The Guardian “Que se trata del primer caso de fabricación de ovocitos robustos de mamíferos a partir de células masculinas”.
El funcionamiento de este proceso consiste en que gametos masculinos y femeninos (espermatozoides y ovocitos) respectivamente son capaces de producir un tipo de células madres que son las células germinales primordiales y para ello se requiere el correcto funcionamiento de cromosomas sexuales.
Investigaciones anteriores sobre la posibilidad de alterar el sexo de esas células germinales primordiales han dado lugar a la producción de gametos que disminuían o producían células con baja fertilidad. Esta tendencia puede hacer que se convierta un tipo de células pluripotenciales (células madres embrionarias del ratón) de macho a hembra.
En la revista Nature, Jonathan Byerl, Diana, así como Laird, miembros del Departamento de Ciencia de la Reproducción de la Universidad de California en San Francisco, dicen que lo expuesto anteriormente va a ser un objetivo en la biología reproductiva futura.
Otros investigadores, que colaboraron con Hayashi, se dieron cuentan que no podían dejar a un lado las modificaciones químicas “epigenéticas” del ADN que pueden afectar en la actividad de los genes que se conservan adecuadamente en los óvulos derivados de células masculinas, señaló Fan Guo, epigenético reproductivo del Instituto de Zoología de la Academia China de Ciencias de Pekín, que califica los resultados de Hayashi de “esclarecedores”.
Fan Guo hizo ese comentario al considerar que las marcas epigenéticas en el ADN pueden verse afectadas en el desarrollo de la descendencia mucho más allá de la fase embrionaria.
Otra preocupación es que realizar la misma técnica con células humanas podría exigir a los investigadores cultivar los óvulos en el laboratorio durante más tiempo del necesario con células de ratón, comentó Mitinori Saitou, biólogo del desarrollo de la Universidad de Kioto, Japón, que colaboró con Hayashi en el trabajo.
El experimento consistió en tomar muestras de células de la piel de la cola de los ratones machos maduros con cromosomas XY y las convirtieron en células madres pluripotenciales. Estas células madres crecieron en cultivo, proceso que condujo a la pérdida del cromosoma y en raros subconjuntos de células (aproximadamente el 6% de las células cultivadas), generando células “XO”. El crecimiento posterior en cultivo de estas células XO dio lugar a la duplicación del cromosoma X.
Aquellas células que se trataron con reversina, un fármaco que interfiere en la división celular, aumentó la eficacia de duplicación del cromosoma X. Las células que resultaron (con dos cromosomas X) se las estimuló a diferenciarse en células germinales primordiales y , después, en óvulos que , una vez fecundados e implantados en el útero de un ratón hembra, diera lugar a una descendencia viable. Alrededor del 1% de los embriones implantados dieron lugar a crías (en total, 7 de 630).
Fuentes: El Diario AR, Tv Azteca Baja California, Infobae, Ensedeciencia.
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