DESCUBREN UNA NUEVA VÍA DE ATAQUE CONTRA LOS TUMORES QUE SE ALIMENTAN AL ESTILO "FAST FOOD"

A través de quimio, con terapias moleculares e inmunológicas. Son los tres grandes pilares del actual tratamiento contra el cáncer y, lejos de estancarse, los últimos estudios apuntan a una posible cuarta alternativa. Concretamente, una investigación española liderada por el científico Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (IDIBELL), señala el metabolismo de las células tumorales como un elemento clave a la hora de abatir alrededor de un 20-25% de todos los tipos de cáncer del ser humano. 

Se sabe desde hace décadas que en el cáncer hay muchas vías alteradas y una de ellas es el metabolismo celular. Es decir, la manera en la que las células dañadas obtienen energía para dividirse, crecer y moverse. 

De esta manera, así como las sanas consiguen energía a partir de las mitocondrias (cadena respiratoria mitocondrial), las afectadas escogen otro camino más fácil y rápido. Se nutren directamente de glucosa. "Para ellas, es el kit kat de un niño", comenta Esteller. "La glucosa del medio le da ese plus de energía al que son adictas". 

Ahora, tras cuatro años de estudio, Esteller y su equipo han descubierto por qué las células tumorales eligen el 'fast food' en lugar de la vía ordinaria para obtener energía a través de las mitocondrias. Según explican en su artículo, publicado este mes en la revista Journal of Clinical Investigation Insight, "existe una lesión epigenética responsable de esta forma de conseguir energía por parte de cáncer".

Ocurre especialmente en los tumores de cabeza y cuello, por ejemplo: boca, cuello, lengua, cara, faringe, esófago, cuello del útero, un tipo de leucemia y en el carcinoma escamosa de pulmón (representa al 25% de los tumores de pulmón). En estos, "hemos observado la pérdida de actividad de un gen denominado SVIP, cuya función es evitar la degradación de proteínas clave para el equilibrio del metabolismo celular".

Dado que este gen está inhibido en las células tumorales estudiadas, se pierde la maquinaria metabólica que permite el uso fisiológico de la glucosa para obtener energía de forma pausada y controlada a través de las mitocondrias. 

Así, en lugar de elegir el camino correcto, las células afectadas optan por una especie de 'fast food' molecular a través del que obtiene energía barata y rápida que le permite proliferar. De hecho, se divide con más rapidez de la habitual. En el estudio, "hemos demostrado también que los pacientes con esta alteración tienen peor pronóstico, menor supervivencia", agrega el investigador. 

La buena noticia es que esta adicción de las células cancerosas a la glucosa podría ser también su talón de Aquiles. Como subraya Esteller, catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona, "si inhibes esta captación de energía, estos tumores mueren". Los resultados preclínicos de su investigación demuestran que estos pacientes con el defecto epigenético de SVIP son más sensibles a un tipo de fármacos dirigidos.

Existe un receptor (GLUT1) cuya misión es nutrirse de la glucosa rápida para crecer. "Lo que hemos hecho es probar un fármaco que inhibe dicho receptor (asociado al metabolismo) y la regulación de niveles de azúcar", argumenta el científico de IDIBELL. El resultado: las células con estas alteraciones epigenéticas eran muy sensibles, morían.

Dado que esta investigación está realizada con células de cultivo y en ratones, sus resultados podrían ser usados "como un biomarcador de respuesta para hacer ensayos clínicos", relata el experto. Convendría que "las farmacéuticas que tienen estos fármacos de forma preclínica y otros similares se animen y pasen a desarrollar ensayos clínicos".

Fuente: El Mundo

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