LA IMPORTANCIA DE SER VIRGEN

Ya sabíamos que el aceite de oliva es un factor que contribuye a la protección frente al cáncer de mama, formando parte de la dieta mediterránea,  pero esto solo se ha demostrado en el caso de que este aceite sea virgen.

Esta ha sido la conclusión a la que ha llegado el estudio epidemiológico EpiGeicam iniciado en 2006, en el que han participado un millar de mujeres recién diagnosticadas con cáncer de mama y otro millar sana. En este estudio participó el Instituto de Salud Carlos III y 23 hospitales españoles y evidenciaron que para minimizar el riesgo de cáncer de mama había que actuar potenciando ciertos factores protectores, estos eran actividad física, disminución del alcohol, restricción calórica y seguir una dieta mediterránea.

Históricamente, era conocido que la incidencia del cáncer de mama era menor en los países del área mediterránea, antes de la incorporación de la nueva cultura de alimentación fast-food.

El aceite de oliva virgen no era el único componente de la dieta mediterránea, también se incluyen los frutos secos, verduras y frutas, poca carne roja, abundante pescado y cereales sin refinar.

El estudio ha demostrado que las mujeres que siempre han usado aceite de oliva virgen en todas las preparaciones culinarias, tanto en crudo como para guisar o freír, siendo esta cantidad diaria al menos de dos cucharadas, han reducido el riesgo de contraer cáncer de mama en un 30% menos que las que han usado otros aceites o consumido menos de dos cucharadas. Este efecto protector se ha producido exclusivamente con la versión virgen del aceite de oliva e independientemente del resto de alimentos de la dieta, por ejemplo con los frutos secos no se ha observado esta disminución de riesgo.

Las aceitunas contienen polifenoles y otros compuestos bioactivos que se mantienen casi íntegros presentes en el aceite de oliva virgen, esta es aquella que se ha obtenido directamente del prensado en frío de la aceituna sin uso de aditivos.

Se conocen importantes propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas de componentes del aceite de oliva virgen como son además de los polifenoles, el escualeno, flavonoides, lignanos y secoiridoides, en concreto polifenoles como la oleoeuropeína o el oleocantal han demostrado capacidad inhibitoria en el proceso por el cual se desarrolla el cáncer.

Cuando el aceite es de baja calidad y se procede a su refinado, se pierden estas sustancias bioactivas, a este aceite se le ha de añadir aceite de oliva virgen no más de un 20% para recuperar parte del sabor y la mezcla es llamada comercialmente aceite de oliva, pero no guarda las características y propiedades saludables del aceite virgen.

Fuentes: The conversation

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