Un tercer paciente se curó del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) mediante un trasplante de células madre de médula ósea, señaló el Instituto Pasteur francés el pasado lunes 20 de febrero, en un informe que detalla que las pruebas no mostraron patología.
La infección por VIH es, hoy por hoy, incurable. Se puede mantener el control y contenerlo con tratamiento antirretroviral, sin embargo, si se suspende el tratamiento, el virus volverá a multiplicarse en el organismo.
Lograr la curación de algunos pacientes supone un gran hito científico en la lucha contra el VIH, ya que este es capaz de acabar con las células inmunes que nos protegen de patógenos externos, o bien también tiene la capacidad de agazaparse en ellas.
La estrategia terapéutica utilizada en los tres pacientes es muy agresiva y no es extrapolable al resto de la población. El trasplante de células madre se utiliza únicamente en personas que padecen una patología hematológica y no tienen opción terapéutica. “No es ético realizar un trasplante de médula ósea a menos que esté indicado por una patología hematológica, ya que la mortalidad del procedimiento es bastante alta (> 40%).
Otro aspecto destacado del estudio para Alcamí es que se detectara respuesta celular frente al VIH tras el trasplante. “Esto sugiere que desde el trasplante y a pesar de que el paciente estaba siendo sometido a un procedimiento antirretroviral, el VIH persistió hasta el punto de ofrecer una respuesta inmunológica que fue decayendo con la era. Incluso si el VIH persiste y se multiplica por un tiempo a pesar del enfoque antirretroviral, el hecho de que no pueda infectar nuevas células conduce a la extinción”, dice el virólogo.
La infección por VIH es, hoy por hoy, incurable. Se puede mantener el control y contenerlo con tratamiento antirretroviral, sin embargo, si se suspende el tratamiento, el virus volverá a multiplicarse en el organismo.
Lograr la curación de algunos pacientes supone un gran hito científico en la lucha contra el VIH, ya que este es capaz de acabar con las células inmunes que nos protegen de patógenos externos, o bien también tiene la capacidad de agazaparse en ellas.
La estrategia terapéutica utilizada en los tres pacientes es muy agresiva y no es extrapolable al resto de la población. El trasplante de células madre se utiliza únicamente en personas que padecen una patología hematológica y no tienen opción terapéutica. “No es ético realizar un trasplante de médula ósea a menos que esté indicado por una patología hematológica, ya que la mortalidad del procedimiento es bastante alta (> 40%).
La novedad en este tercer paciente pasa por las tecnologías más avanzadas de detección de reservorios y un análisis inmunológico más profundo de la respuesta al virus, ha señalado José Alcamí, virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del Sida del Instituto de Salud Carlos III. En estos estudios se detectaron rastros esporádicos de ADN viral aunque no se pudo aislar el virus, lo que demuestra que las secuencias detectadas no pertenecen a virus latentes.
Fuentes: El País, El Nacional.
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