¿CUÁNDO LA INFECCIÓN POR BACILO DE KOCH DEGENERA EN TUBERCULOSIS?

Científicos españoles del Hospital Germans Trias descubren cuando la infección por tuberculosis degenera en enfermedad.

Los científicos llevan años intentando averiguar cómo y por qué la infección por el bacilo Mycobacterium tuberculosis termina derivando en la enfermedad en el 10% de los infectados.

La tuberculosis es una enfermedad que afecta principalmente a los pulmones y que puede ser mortal si no se trata, así como dejar secuelas respiratorias que empeoran la calidad de vida del paciente.

Puede presentarse de forma aguda y más grave en las personas con pocas defensas como niños, ancianos, inmunodeprimidos (portadores del virus del sida) o con cáncer o diabetes.

Una vez diagnosticada cuenta con un tratamiento efectivo que dura unos meses. La detección de la lesión que evidencia la existencia de la enfermedad se realiza a través de una radiografía de tórax, pero, la infección sólo puede comprobarse a través de la prueba cutánea de la tuberculina.

Después de más de 25 años estudiando el porqué la tuberculosis progresa y degenera de infección a enfermedad, ahora se sabe que hay un punto crítico y se describe un mecanismo de actuación de esta bacteria que se convierte en un nuevo marcador predictivo de la enfermedad. Este hallazgo cuestiona la idea que teníamos de la tuberculosis como enfermedad que se genera lentamente. Prácticamente en 15 minutos se puede pasar de una lesión de un milímetro a una de un centímetro.

Esta investigación ha descubierto que se repite un mismo patrón en los casos en que la infección progresa hacia la enfermedad. Cuando el bacilo que infecta al macrófago alveolar crece de forma extracelular, la lesión que causa crece de forma desmedida, generándose pequeñas y múltiples lesiones hijas. La identificación por escáner de una lesión central acompañada de múltiples lesiones a su alrededor marcan el cambio de tuberculosis contenida hacia enfermedad progresiva activa.

Estos científicos ya habían demostrado este comportamiento hace más de una década en estudios con ratones, sin embargo, la consolidación de esta teoría ha venido ahora después de haberse comprobado en macacos.

Este descubrimiento aporta un nuevo parámetro y puede acelerar el diseño de nuevas vacunas que impedirían la generación de estas lesiones hijas y en consecuencia se evitaría la progresión de una enfermedad que afecta a 10 millones de personas cada año en el mundo y unas 4.000 en España siendo una infección más extendida de lo que se piensa.

Fuentes: sincLA RAZÓN

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