La enfermedad vascular aterosclerótica es una patología crónica, generalizada y progresiva que afecta a las arterias, causando el engrosamiento y endurecimiento de sus paredes interiores, hasta que provoca un evento cardiovascular como un infarto, una angina de pecho o un ictus.
A pesar de su gravedad, muy poca gente conoce esta patología. Según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Fundación Española del Corazón (FEC), la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) y la Asociación Cardioalianza.
Uno de los problemas de esta enfermedad es la variedad de síntomas que produce en función de la zona vascular del cuerpo más afectada. Por eso, desde la Sociedad Española de Cardiología advierten de posibles síntomas asociados con la enfermedad vascular aterosclerótica, como la dificultad para respirar o la aparición de déficits neurológicos o dificultad para caminar.
La prevención de la enfermedad cardiovascular en pacientes con alto o muy alto riesgo es uno de los principales retos que afrontan los profesionales sanitarios para lograr reducir las cifras de morbimortalidad que causa esta patología.
Por ello, es esencial que todos conozcamos cuáles son los principales factores de riesgo cardiovascular: el colesterol ''malo'', la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y las dietas poco saludables.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y discapacidad a partir de edades medias en los países desarrollados, tanto en hombres como en mujeres; y representan el 26.4% del total de fallecimiento en España. Durante el primer semestre de 2022, estas patologías han sido el 26.1% de las causas principales de muertes en el país.El doctor Andrés Íñiguez, presidente de la Fundación Española del Corazón, remarca que las enfermedades cardiovasculares ocasionan en el mundo más de 17.3 millones de muertes al año, más que ninguna otra forma de enfermedad. No solo por los fallecimientos, la enfermedad cardiovascular es la causa de la pérdida del 10% de años ajustados de incapacidad en la carga global de enfermedad.
Por ello, si evitásemos estas muertes, evitaríamos el impacto tan negativo que tiene la enfermedad cardiovascular. Esto se puede conseguir con la prevención, pero sobre todo con la promoción de buenos hábitos de salud.
Fuente: La Nueva España
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