Datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), revelan que la resistencia a los antibióticos está alcanzando unos niveles muy alarmantes, peligrosamente altos. Tanto es así que actualmente al año por este motivo mueren unas 700.000 personas y las previsiones del citado Organismo, cifra en 10 millones las muertes que podrían producirse en 2050 si no se toman medidas.
Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela ha revelado que bacterias resistentes a los antibióticos están presentes en el 40% de las muestras de carnes de supermercados analizadas. La propagación de estas bacterias puede producirse a través de la cadena alimentaria de animal a persona. Sin embargo, los datos de los niveles de bichos resistentes a los antibióticos, presentes en los alimentos, no están disponibles de manera amplia, debido a la sensibilidad con el comercio.
Estudios anteriores habían informado de altos niveles de bacterias potencialmente capaces de causar infecciones en humanos graves y/o multirresistentes en la carne de pollo y de pavo, probablemente por la forma de producción y sacrificio de estos animales.
No obstante, en este nuevo estudio las doctoras de la Universidad de Santiago de Compostela han realizado experimentos sobre 100 productos cárnicos de 4 tipos (pollo, pavo, ternera y cerdo), elegidos al azar en algunos supermercados españoles. Se evidenció la presencia de bacterias en los 4 tipos, aunque en un menor porcentaje en la ternera y el cerdo (68% pavo, 56% pollo, 16% ternera y 12% cerdo).
Casi la mitad de los productos analizados contenían E. Coli multirresistente, encontrándose cepas de Escherichia coli y de Klebsiella pneumoniae, que son dos superbacterias capaces de causar graves infecciones para el ser humano, como sepsis o infecciones de tracto urinario. Además, evaluaron también la capacidad de resistencia a los medicamentos de las bacterias halladas. La mayoría de los productos tenía niveles dentro de los límites de seguridad, y solo un 5% de los productos superan lo recomendado, aunque preocupa la existencia de estas superbacterias. No solamente, son resistentes a la mayoría de antibióticos, incluida la penicilina, sino que incluso a medicamentos como la colistina.
Los autores del estudio, solicitan que deben evaluarse periódicamente los niveles de bacterias resistentes a los antibióticos, añadiendo que debe intervenirse desde la granja hasta la mesa para proteger al consumidor. Apuntan que el consumidor desempeña un papel importante en este proceso mediante la adecuada manipulación de los alimentos, debe respetarse la cadena de frío, el almacenaje adecuado de los alimentos y la correcta desinfección de utensilios a fin de evitar la contaminación cruzada.
No obstante, en este nuevo estudio las doctoras de la Universidad de Santiago de Compostela han realizado experimentos sobre 100 productos cárnicos de 4 tipos (pollo, pavo, ternera y cerdo), elegidos al azar en algunos supermercados españoles. Se evidenció la presencia de bacterias en los 4 tipos, aunque en un menor porcentaje en la ternera y el cerdo (68% pavo, 56% pollo, 16% ternera y 12% cerdo).
Casi la mitad de los productos analizados contenían E. Coli multirresistente, encontrándose cepas de Escherichia coli y de Klebsiella pneumoniae, que son dos superbacterias capaces de causar graves infecciones para el ser humano, como sepsis o infecciones de tracto urinario. Además, evaluaron también la capacidad de resistencia a los medicamentos de las bacterias halladas. La mayoría de los productos tenía niveles dentro de los límites de seguridad, y solo un 5% de los productos superan lo recomendado, aunque preocupa la existencia de estas superbacterias. No solamente, son resistentes a la mayoría de antibióticos, incluida la penicilina, sino que incluso a medicamentos como la colistina.
Los autores del estudio, solicitan que deben evaluarse periódicamente los niveles de bacterias resistentes a los antibióticos, añadiendo que debe intervenirse desde la granja hasta la mesa para proteger al consumidor. Apuntan que el consumidor desempeña un papel importante en este proceso mediante la adecuada manipulación de los alimentos, debe respetarse la cadena de frío, el almacenaje adecuado de los alimentos y la correcta desinfección de utensilios a fin de evitar la contaminación cruzada.
Añaden que la colaboración de todos en esta tarea hará que comer carne sea un placer libre de riesgos.
Fuentes: Infosalus, El Confidencial
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