La flora intestinal, es el grupo de microorganismos que viven en el tracto gastrointestinal. Cada vez hay más pruebas de su importancia en diferentes formas para mantener una buena salud.
Se vincula con la depresión, relación explicada por investigadores de la universidad Johns Hopkins en Estados Unidos. El equipo de investigación contribuyó a relacionar que la microbiota afecta a la función cerebral.
En sus estudios en modelos animales y humanos, han identificado células del sistema inmunitario que, a través de su
actividad en el microbioma, acaban afectando la función cerebral estrechamente
asociada a la depresión inducida por el estrés. La idea es que si se puede
controlar la actividad de estas células, podría conducir a nuevos tratamientos
para la enfermedad.
Dectin-1 se une a ciertas proteínas y hace que las células inmunitarias se activen de formas específicas. Según los autores del estudio, el receptor puede estar involucrado en microbiomas alterados y respuestas inflamatorias en ratones, lo que sugiere que a su vez está involucrado en la respuesta al estrés de las células T gamma delta en el sistema inmunológico.
Examinaron los efectos de estrés crónico social en la microbiota de ratones. En sus análisis comprobaron que la microbiota de los ratones resilientes era más diversa y en ella era mayor la población de bacterias probióticas beneficiosas
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