LAS CALCULADORAS DEL FUTURO SON LOS GENES

Recientes investigaciones han revelado un importante descubrimiento en el campo de la biotecnología. Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ha logrado programar bacterias para que funcionen como calculadoras, lo que podría tener importantes aplicaciones en la biotecnología y la computación.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications, describe cómo los investigadores han desarrollado un sistema de programación de genes que les permite a las bacterias realizar cálculos matemáticos simples, como sumas y restas, utilizando moléculas de ADN.

Para lograr esto, el equipo de investigadores diseñó un sistema de programación de genes utilizando las enzimas CRISPR-Cas9, que se utilizan en la edición de genes. Estas enzimas se pueden programar para que busquen y corten ciertas secuencias de ADN. Los investigadores diseñaron una serie de enzimas CRISPR-Cas9 que sólo se activan cuando se le da una señal específica, como una molécula de azúcar.

Una vez que las enzimas se activan, se unen a ciertas secuencias de ADN y cortan los genes que se han programado para realizar cálculos matemáticos. Estos genes luego liberan una proteína específica que indica el resultado del cálculo, que se puede leer mediante técnicas de secuenciación de ADN.

El equipo de investigadores logró diseñar bacterias que podían realizar cálculos matemáticos simples, como sumas y restas. Los experimentos demostraron que las bacterias pudieron resolver una serie de problemas aritméticos simples y producir una respuesta precisa en menos de tres horas.



Este descubrimiento podría tener importantes aplicaciones en la biotecnología y la computación. Un ejemplo sería la programación de bacterias para que produzcan compuestos útiles, como medicamentos y biocombustibles. También se podrían utilizar bacterias programadas para realizar cálculos complejos y procesar grandes cantidades de datos en la industria de la computación.

El siguiente paso para los investigadores es mejorar la precisión y la velocidad de este sistema de programación de genes. También están trabajando en el desarrollo de bacterias que puedan realizar cálculos más complejos y programarlas para que realicen tareas específicas en la producción de medicamentos y otros productos biotecnológicos.

En conclusión, el descubrimiento de que las bacterias pueden funcionar como calculadoras es un hito importante en el campo de la biotecnología y la computación. Con este descubrimiento, se abre una nueva ventana de oportunidad para la producción de productos biotecnológicos y la computación. Es emocionante ver cómo la biotecnología puede estar en la vanguardia de la frontera tecnológica, ayudando a resolver algunos de los problemas más difíciles que enfrentamos hoy en día.


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