SECRETO PARA VIVIR 100 AÑOS MÁS

La esperanza de vida a nivel global no deja de crecer, y con ella el número de personas centenarias: afortunados que logran vivir más de un siglo. De hecho, existen proyecciones que prevén que en 2050 existan 3.7 millones de centenarios en todo el mundo.

Cuando analizamos desde un punto de vista científico tales longevidades, los factores que explican el incremento en la esperanza de vida se vuelven insuficientes. Los investigadores aún no comprenden del todo qué es lo que permite que algunas personas alcancen estas edades, mientras que la mayoría de los humanos tiene vidas más cortas.

Ahora, un trabajo llevado a cabo por investigadores del Centro Médico Tufts y de la Escuela Universitaria de Medicina de Boston ha buscado ayudar a responder a esta pregunta y ha encontrado que los centenarios poseen una actividad y una composición celulares únicas, que les otorgan un sistema inmune altamente funcional que les permite vivir más tiempo. Según argumentan estos autores, este descubrimiento podría sentar las bases para el desarrollo de terapias para un envejecimiento saludable. 

Según publican en la prestigiosa revista científica Lancet eBioMedicine, la iniciativa de investigar el sistema inmune de estas personas parte del hecho de que en condiciones normales, con la edad, se producen cambios en el sistema inmune que pueden contribuir a las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.


Tomaron muestras de sangre de siete centenarios participantes en el Estudio de Centenarios de Nuestra Inglaterra y llevaron a cabo una técnica de secuenciación genética llamada de secuenciación de célula única en un tipo de células inmunes llamadas células mononucleares periféricas de la sangre. Luego cotejaron estos resultados con las células analizadas en personas jóvenes de la misma forma.

Tomaron el mismo tipo de células y exploraron las diferencias en los patrones de expresión a través de diferentes edades. Este análisis reveló cambios composicionales y transcripcionales en las células específicas de los centenarios que reflejaban una respuesta inmune normal. También encontraron que los centenarios mostraban formas de tipo de células concretas, tanto en los genes relacionados con los cambios dela edad como en los genes expresados únicamente en los centenarios.

Lo más sorprendente es encontrar que los niveles de expresión de determinados genes no cambiaban en los centenarios, pese a que en la mayoría de la población se trata de genes con niveles de expresión muy dependientes de la edad.

Por una parte, esto puede ayudar a identificar los mecanismos protectores que median en las longevidades extremadamente largas, a medida que se identifiquen las funciones de estos genes. Puede ofrecer claves para el desarrollo de agentes terapéuticos para lograr un envejecimiento más sano.

Fuente: 20 Minutos

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