UN VIRUS DE NIÑOS Y MAYORES CON DISTINTAS CONSECUENCIAS

El virus de la varicela llega para quedarse, aunque nos hayamos vacunado en la infancia o hayamos superado la enfermedad de la varicela, el herpesvirus se queda "dormido" en nuestro organismo en los ganglios dorsales y en cualquier momento puede volver a despertar, especialmente si bajan nuestras defensas, esto ocurre en el caso de inmunodepresión o con el paso de los años.

Cuando se reactiva el virus, da lugar a lesiones parecidas a las de la varicela y provoca una irritación del nervio, con gran dolor intenso y duradero, conocido como dolor neuropático, este dolor no se calma con los analgésicos habituales.

El dolor del herpes zóster dura hasta 3 meses, es invalidante e incluso puede complicarse alargándose varios años con una dolencia llamada neuralgia posherpética, esta neuralgia se da más en persona mayores de 80 años en las que también puede desarrollarse encefalitis, sordera, ceguera y alteraciones vasculares que incrementan el riesgo de infartos.

Se ha descubierto para la prevención del hérpes zoster, tras ensayos clínicos en los que ha participado España, una vacuna que es una glicoproteína similar a la del propio virus, acompañada de un adyuvante que potencia la inmunidad.

Esta vacuna ha demostrado que previene 9 de cada 10 casos de herpes zóster en personas mayores de 50 años, siendo igual de eficaz a cualquier edad por lo que la inmunosenescencia no le afecta y con una duración elevada, se ha comprobado hasta 10 años de elevada protección. 
Por la alta eficacia de la vacuna y la gravedad del hérpes zóster , el Ministerio de Sanidad la ha incluido entre las recomendadas a las personas con enfermedades que implican inmunodeficiencias, como vih, trasplantados, en tratamiento quimioterápico ... y en mayores de 65 años.

En EEUU ya lleva utilizándose 5 años con muy buenos resultados en efectividad y seguridad. La vacunación completa son dos dosis separadas entre 2 y 6 meses.

El hecho de que lleve incorporado un adyuvante mejora la respuesta a esta vacuna pero a su vez provoca unas pequeñas molestias, como enrojecimiento en la zona de administración, cefalea, fiebre, dolores musculares que duran poco y se resuelven con un analgésico

Con esta vacuna frente al virus del herpes zóster tratamos a los adultos como a los niños ya que a todos hay que proteger.

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