LOS CRISTALES DE SAL PROTEGEN FORMAS DE VIDA EN EL ESPACIO

Los especialistas del CONICET y la Comisión Nacional de Energía Atómica comprobaron que el mineral protegería a los microorganismos frente a indicadores letales, como el vacío.

Las teorías sobre los orígenes de la vida en la Tierra son variadas y se basan en diferentes interpretaciones. Una de ellas plantea la posibilidad de que la existencia pudo haber tenido un origen extraterrestre, es decir, que un tipo de especie microscópica podría haberse originado en otro planeta y haber viajado por el espacio. En este contexto, las hipótesis de la Panspermia y de la Litopanspermia sugieren que ese transporte de microorganismos ocurriría a través de meteoritos o asteroides, aunque el principal desafío serían las complejas condiciones del entorno espacial.

Un equipo de expertos en biología, gekología y astrofísica demostraron que la halita , un tipo de cristal de sal y que se encuentra en ambientes hipersalinos y depósitos sedimentarios de nuestro planeta cuenta con la capacidad de aportar protección a los microorganismos frente a indicadores letales para la vida como el vacío y la radiación ultravioleta de vacío. Además, la halita se encuentra en Marte y en meteoritos.

Ximena Abrevaya, directora del avance e investigadora del CONICET en el Instituto de astronomía y física del espacio (IAFE), detalló: “Todavía no se ha podido demostrar fehacientemente si un evento así sería verdaderamente factible o no. Nuestro trabajo da indicios de que los cristales de halita son estructuras que otorgan protección a formas de vida microscópicas ante algunas de las condiciones que se encuentran en el medio interplanetario.

Y sumó: “ Los resultados de nuestro trabajo sugieren que la halita aumentaría las probabilidades de supervivencia de microorganismos en otros planetas sin atmósfera, o incluso en meteoritos”.

A partir de diversos estudios científicos se han descubierto microorganismos atrapados en cristales de halita del Pérmico y del Triásico. “Esto sugiere que la halita podría funcionar como estructura de preservación de microorganismos”, dijo Abrevaya.

El equipo de investigación imitó el proceso natural en el cual los microorganismos quedan atrapados dentro de cristales de halita. Para esto, utilizaron dos tipos de microorganismos, una archaea halófila (Haloferax volcanii) que habita en ecosistemas hipersalinos y una bacteria que es radiotolerante al UV (Deinococcus radiodurans).

Este mismo proceso se realizó en otro tipo de cristal, de una mezcla de minerales, y se prepararon muestras de microorganismos que no contaban con la protección dicha. Después, para simular las condiciones del medio interplanetario, recurrieron a un acelerador síncroton. En aquellas instalaciones sometieron a los microorganismos a niveles de vacío como los que se encuentran en la órbita terrestre y a radiación ultravioleta de vacío como la que recibirían durante la superfulguración solar proveniente del Sol joven.

Como resultado de esos experimentos, los expertos comprobaron que aquellos microorgaanismos que estaban atrapados en cristales de halita mostraban niveles de supervivencia superiores a los que se encontraban en otro tipo de cristal.

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